El autor denomina la economía creativa como la economía de color naranja (color de la felicidad) que se basa en la generación de riqueza a partir del talento, la propiedad intelectual, la conectividad y la herencia cultural de una región. Valores intangibles a partir de los cuales se puede cerrar la brecha entre las ciudades más desarrolladas y las menos desarrolladas.
Se fundamentan en esos valores sectores como las artes visuales y escénicas, las artesanías, el cine, el diseño, las editoriales, la investigación y el desarrollo, la arquitectura, los juegos, la moda, la música, la publicidad, la televisión y la radio. Todos componen la Economía Naranja, la cual, si fuese un país, sería la cuarta economía del mundo y ocuparía el noveno lugar como exportador de bienes y servicios y representaría la cuarta fuerza laboral del mundo.
En el año 2011 la Economía Naranja alcanzó los $4.3 billones de dólares, el 120% de la economía de Alemania. Entre el 2002 y el 2011 las exportaciones de bienes y servicios creativos crecieron un 134% según las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNTAD), aproximadamente, $646 mil millones de dólares.
Una de las principales dificultades de los países en desarrollo es generar capital sin capital. Las economías no sólo deben crecer, sino también hacerlo a una velocidad más alta que las economías de los países desarrollados, de lo contrario, siempre permanecerán rezagadas.
Las ciudades que proyecten el desarrollo de la Economía Naranja pueden, a partir de la creatividad y el conocimiento, ser competitivas, avanzar en su desarrollo cultural y encontrar en el mismo, una fuente de generación de empleo. Por ejemplo, la producción de los 10 musicales más exitosos de Broadway (Cats, Los Miserables, La Bella y la Bestia etc.), en tres décadas, han vendido más de 26,9 millones de dólares, una cifra similar al costo de la construcción de la hidroeléctrica "Tres Gargantas" en China, que duró 30 años, costó 25 millones de dólares y provee energía para 28 millones de personas y fábricas. Las oportunidades para Pereira en la Economía Naranja son enormes y se explicarán en otra columna.
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1 comentario:
Excelente artículo
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