martes, septiembre 27, 2005

Seguridad Urbana

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 27 de septiembre de 2005

La disponibilidad inmediata de información estadística, sobre los casos de violencia, es una fortaleza para hacer seguimiento a las políticas públicas de seguridad. Pereira cuenta con una información confiable registrada por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Los datos no pueden omitirse cuando se van a revisar los resultados de las estrategias de seguridad o las manifestaciones de fenómenos socioeconómicos en las ciudades. Ocultar los datos o dudar de la credibilidad de las fuentes de información, cuando los resultados no son favorables, en nada contribuye al análisis de la problemática de la violencia.

Nuevamente, Pereira se encuentra entre las ciudades más violentas del país, a pesar de su mejoría hasta el año 2003. La ciudad tuvo durante muchos años unas tasas de homicidios por encima del promedio nacional. Así, mientras la tasa nacional de lesiones fatales por homicidio por 100.000 habitantes para el año 2001, era de 64, en la ciudad se registró una tasa de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes. Para el período 2001-2003, las tasas de homicidios disminuyeron. En el año 1999, la tasa se encontraba en 101, en el año 2000 en 97, en el año 2002 en 94 y en el año 2003 bajó a 78.2. En el año 2004, la tasa de homicidios aumentó, subiendo al 86.7 por 100.000 habitantes.

El número de homicidios ha venido en aumento. Para agosto del año 2003 se habían presentado 280 homicidios, para el mismo período del año 2004 hubo 301 homicidios y para agosto de este año hubo 315 homicidios. El mismo comportamiento han tenido las muertes por causas indeterminadas, que pasaron de 12 casos en el 2003 a 25 en el 2004 para ascender a 32 en agosto de este año.

En cuanto accidentes de tránsito, los casos también han aumentado. El número de accidentes pasó de 42 para agosto del año 2003 a 48 para el mismo período de este año, sin embargo, se mejoró frente al año 2004. A pesar de que se registra una disminución en las muertes por otros accidentes, que pasaron de 31 a 28 casos, éstos aumentaron con respecto al año anterior donde se habían registrado 17 muertos. Lo mismo ocurrió con los suicidios que disminuyeron del año 2003 al año 2004 pero aumentaron a agosto del año 2005 llegando a 27 suicidios.

La violencia es una de las causas del deterioro en el desarrollo humano en la región. Por esta razón como se afirmó en el editorial de La Tarde, del pasado 20 de septiembre, sobre la medida que autoriza la circulación de pasajeros en las motocicletas: “con la seguridad no se puede jugar”. No sólo porque resulta ilógico desmontar medidas sobre el supuesto de haber mejorado las condiciones de seguridad, sino también por que la supuesta mejoría no se ve reflejada en los indicadores de Medicina Legal. Por el contrario, las cifras explicadas en los anteriores párrafos, muestran que en la actual administración municipal los casos por muertes violentas han aumentado. Las mismas cifras son contundentes al mostrar mejoría en los indicadores desde el año 2001 al año 2003, época en la cual se implementó, entre otros, la restricción del parrillero, mayor de 14 años, varón.

Muy positiva la implementación en Pereira del programa “Gol Convida”, iniciado en Bogotá con Mokus, para prevenir la violencia fomentando la convivencia. Los buenos resultados en la capital, la convierten en un ejemplo, por eso es importante recordar que las administraciones del distrito le han dado continuidad a las medidas de seguridad y control, así estas resulten impopulares.

martes, septiembre 20, 2005

Incertidumbre sobre la Reelección

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 20 de septiembre de 2005

Durante el pasado fin de semana se discutía en los medios radiales colombianos, la propuesta presentada en Chile para prohibir la reelección presidencial. La iniciativa que fue aprobada, en la comisión de la Constitución de la Cámara Baja, inmediatamente despertó fuertes críticas de varios senadores, entre ellos de Alberto Espina, de Renovación Nacional, quien afirmó que “las reformas constitucionales no son para darse gustos personales y que por ello la iniciativa será rechazada….Creo que es absolutamente inviable que algo así llegue a prosperar. Además, aparece una ley con nombre y apellido”.

¿Por qué Chile intentó prohibir la reelección que nosotros queremos implementar? A nadie debe sorprender que cualquier análisis o tema relacionado con la reelección, llame la atención de los medios y de la opinión pública. Muchas personas que están a favor de la reelección, hoy reconocen que el país está sufriendo un desgaste institucional. Es notorio el estado de angustia y desespero por la incertidumbre en la que se encuentra el país. La excesiva atención al asunto es entendible, pero preocupa la falta de análisis sobre otros temas que son fundamentales para el desarrollo del país: la economía no crece lo suficiente para disminuir la pobreza, el déficit fiscal es una amenaza para las finanzas públicas, continuamos con un peso revaluado que sigue afectando el sector exportador, son preocupantes muchas propuestas de Estados Unidos para Colombia en el TLC, etc.

La institucionalidad como un todo es necesaria para impulsar el desarrollo de la nación. Independiente de cualquier opinión a favor o en contra de las reelecciones presidenciales, lo que se ha vivido, durante este año, tiene un alto costo para el desarrollo político del país. Un Estado en formación como el nuestro, debe buscar la legitimidad de todas las instituciones dentro de las ramas del poder público, tarea en la cual, los medios juegan un papel importante.

Lamentablemente, durante todo este tiempo de espera, por el fallo que decidirá la exequibilidad del Acto Legislativo 02 de 2004, que consagra la reelección inmediata, en algunas publicaciones, se presenta a la Corte Constitucional como un ente político y se han hecho especulaciones sobre su posible fallo de acuerdo con el movimiento político al cual supuestamente pertenecen los magistrados.

Colombia, con un conflicto armado no resuelto, tiene a sus instituciones democráticas enfrentadas. Popper afirma que: “es sumamente inmoral considerar a los adversarios políticos como moralmente malos o malvados (y al propio partido como bueno)”. La reelección ha generado una polarización que nada aporta a la construcción de nación. Adicionalmente, a la poca credibilidad que han logrado los entes de control, se suman las críticas hechas al concepto del Procurador General de la Nación, sobre la ley de garantías, al calificarlo como representante de la oposición o de rayar en el prevaricato.

Por último, la construcción de procesos políticos regionales, que sirvan de base y garanticen la continuidad de las agendas locales de desarrollo, ha quedado en un segundo plano. Muchos actores están anestesiados frente a los temas de ciudad y de región y sólo les preocupa quien será el próximo presidente. No se sienten representados por los concejales o diputados, pero sólo tienen interés en trabajar por la reelección o no del actual presidente. Esperemos que la Corte Constitucional falle lo más pronto posible y mientras eso ocurre, que se mantenga el respeto entre las instituciones y la tolerancia entre las diferentes posturas políticas.

martes, septiembre 06, 2005

¿Qué va a pasar después del huracán Katrina?

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 6 de septiembre de 2005
Sobre la destrucción generada por el huracán Katrina en Lousiana, Missippi y Alabama, se han hecho una serie de comentarios, en los últimos días, entre otros, se ha criticado la capacidad de prevención y respuesta del gobierno de Estados Unidos, se han comparado las imágenes con las de las hambrunas en los países africanos, se ha mostrado como el huracán ha revelado la segregación socioeconómica de los afroamericanos en Nueva Orleáns e incluso se ha analizado el lenguaje asumido por el gobierno y los medios de los Estados Unidos.

Los muertos, los heridos, los damnificados, la destrucción física y las imágenes de tristeza, dolor y desconsuelo de más de 1.2 millones de personas afectadas, muchas de ellas niños, concentran temporalmente la atención de los medios de comunicación en todo el mundo. Después de un tiempo todo pasa, nadie se entera de que pasó finalmente con la gente y no se analizan los resultados de las acciones emprendidas para prevenir futuras destrucciones humanas.

Los cambios climáticos, según el último informe Mundial sobre Desastres de la Cruz Roja (El Espectador, 4 de septiembre) han aumentado el número de fenómenos naturales y la magnitud de los mismos. La temperatura global ha subido 0,7 grados centígrados en los últimos 300 años, en Asia y África han aumentado la frecuencia de las sequías, el nivel del mar ha crecido 10 centímetros, los ciclos de las lluvias han cambiado y la mayoría de los glaciales, no polares, están disminuyendo.

Las sequías han afectado el continente más pobre, África. En los últimos dos años, 14 millones de personas han sufrido hambrunas y epidemias en Etiopía, Angola y Mozambique. Como las muertes son diarias y no producen el impacto de un gran desastre, no logran llamar la atención de los medios internacionales. En este momento, 3,6 millones de personas, entre ellas 800.000 niños padecen una grave hambruna en Níger.

Los cambios climáticos, de acuerdo con el estudio, pueden contribuir a producir más tsunamis o katrinas y en el largo plazo a que falte el agua potable, a cambiar la producción de alimentos, a la extinción de especies y a subir los índices de mortalidad en los países más pobres.

La reducción de gases de efecto invernadero, como lo establecen las metas del Protocolo de Kyoto, para los países industrializados, ayuda a detener el calentamiento global y con ello se avanza en la reducción de los desastres naturales como los terremotos, los huracanes, las inundaciones y las sequías, que tanta muerte y dolor han causado a sus víctimas.

La comunidad internacional, todos los ciudadanos del mundo y los medios de comunicación tenemos la responsabilidad, en los próximos años, de fortalecer las agendas ambientales, de revisar el avance en los compromisos del Protocolo de Kyoto y de ejercer mayor presión para que Estados Unidos, hoy víctima de un gran desastre, asuma la responsabilidad con el mundo entero y firme el protocolo.

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No sólo se ignoran los muertos por las hambrunas en África, en el municipio de Dosquebradas (Risaralda) mucha gente estuvo durante 10 días sin agua. El décimo día ya se notaba la desesperación de la gente. ¿Qué pasa con el agua en Dosquebradas? ¿Por qué nadie se entera de lo que pasa en el municipio “industrial”?