martes, septiembre 07, 2010

¿Oportunidades para las Mujeres?

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 7 de septiembre de 2010

Recientemente se publicó el resultado de una investigación, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Agencia de Cooperación GTZ, sobre las oportunidades de las mujeres en el sector privado formal en América Latina y el Caribe. El trabajo muestra que el gran avance logrado por las mujeres en términos de capacidades no ha estado acompañado de un aumento similar en sus oportunidades económicas.

El tema es importante no sólo porque resalta aspectos en los que es necesario continuar haciendo esfuerzos para lograr una mayor equidad de género, sino también, por su relación con generación de empleo. En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe se ha aumentado el acceso y la permanencia de las niñas en el sistema educativo. En la región, la cobertura de matrícula para las niñas en primaria es 97% y en secundaria, incluso, se supera la cobertura de los jóvenes. También hay avances en salud sexual y reproductiva y atención en salud para las mujeres. Adicionalmente, ha habido progresos en materia institucional, tanto en la creación de entidades, como en la introducción de reformas.

No obstante, son pobres los resultados para trasladar ese progreso en derechos y capacidades, en grandes oportunidades económicas para las mujeres en la región. Las mujeres han aumentado su participación en el mercado laboral, pero se mantiene una segregación por sector y por tipo de ocupación, entre los hombres y las mujeres, y una mayor limitación de movilidad para las mujeres. Todavía se asignan exclusivamente a las mujeres las labores del hogar y muchas reciben una remuneración menor a la de los hombres por realizar oficios similares. Esta situación tiene un costo en términos de eficiencia del mercado y de reducción de la pobreza.

El estudio muestra también que el crecimiento de mujeres empresarias se debe más a la necesidad de ingresos y a la falta de espacio en el mercado laboral, que a la identificación de oportunidades de negocios. Las mujeres empresarias se concentran en micro y pequeñas empresas y están reducidas a menos sectores económicos que los hombres. Sin embargo, se muestra que cuando las empresas de mujeres logran superar los obstáculos y crecer, las medianas y las grandes empresas de mujeres son iguales o más productivas que las de los hombres.

Por último, se propone diseñar políticas públicas que incrementen las oportunidades económicas de las mujeres en el sector formal, apoyando el crecimiento de sus empresas mediante un mayor acceso a crédito, mejor información de mercados y mejores niveles de capacitación y de entrenamiento en negocios. Para el empleo de las mujeres se busca promover buenas prácticas de género, que pueden ser certificadas, e incluyen la eliminación de desigualdades en la remuneración salarial, acceso a servicios para el cuidado de los hijos (esto mejora la productividad) y el uso del marketing social para promover la equidad de género en todos los programas.