martes, diciembre 15, 2009

Casi 4 Billones de Pesos

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 15 de diciembre de 2009

Este año el país no terminó bien en materia de corrupción. Después de siete años con una calificación estable, para el 2009 Colombia obtuvo una calificación de 3,7 sobre 10, mientras el año pasado era de 3,8. En otras palabras, no ha habido avances en la lucha contra la corrupción y la politiquería que la soporta y la alimenta, por el contrario, el país ha retrocedido.

Lo mismo se refleja en el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional de este año. El país cayó al puesto 75 entre 180 países. La corrupción que durante varios años parecía no importarle a la gente, ha llegado a ocupar los primeros lugares en las encuesta de opinión realizadas por la Misión de Observación Electoral (MOE) y el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes.

El 25 por ciento, de los 157 líderes de opinión consultados, identificó a la corrupción como el principal problema político del país. Lo mismo mostro el Barómetro Global de la Corrupción del año 2009 que resalta la falta de credibilidad en aspectos fundamentales de la institucionalidad democrática. Colombia tiene uno de los niveles más altos de desconfianza del continente en los partidos políticos y en el poder legislativo.

El costo de los sobornos supera el 10 por ciento del valor del presupuesto nacional. El valor del presupuesto total es aproximadamente 30 billones de pesos y la oficina del Zar Anticorrupción calcula que el costo de los sobornos asciende a los 3,9 billones de pesos.

Una encuesta, realizada por la Universidad Externado de Colombia, mostró que los sobornos cuestan aproximadamente un 12,9 por ciento del valor de los contratos, es decir, que las firmas privadas pagan a los funcionarios o a los intermediarios políticos ese dinero para beneficiarse de los contratos públicos.

El último informe de Transparencia por Colombia insiste en el grave problema que amenaza las instituciones democráticas colombianas producto de los vínculos, aún vigentes, entre el narcotráfico y los grupos armados con algunas personas de la clase política en el país.

El retroceso en materia de corrupción ha obligado a muchos sectores de la opinión y a las organizaciones de la sociedad civil a hacer un llamado a la reflexión, al rescate de los valores básicos de la sociedad y de las relaciones humanas. Una invitación a poner de moda la honradez, la solidaridad, la confianza, el respeto por el otro y por lo público y el amor por el país.

martes, diciembre 08, 2009

Como el Cangrejo

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 8 de diciembre de 2009

El Departamento Nacional de Planeación estableció unos indicadores para medir y analizar el desempeño integral de los municipios. La semana pasada se publicaron los resultados correspondientes al desempeño del año 2008. Los resultados permiten comparar la gestión de los actuales alcaldes.

La mayoría de la población le da mayor importancia a la elección de los presidentes de la república que a la de los alcaldes, cuando en realidad son los mandatarios locales los que tienen mayores posibilidades de mejorar sus condiciones de vida. Más del 50 por ciento de los recursos de inversión pública, la ejecutan los gobiernos locales, 28,3 billones de pesos fue el gasto público municipal del año 2008, del cual el 83% se destinó a inversión.

Los indicadores buscan medir los resultados en materia de aumento de coberturas, reducción índice de enfermedades, mejoras en la calidad de vida, cumplimiento de las metas del plan de desarrollo (eficacia), productividad en el uso de los recursos (eficiencia), cumplimiento de las leyes sobre el Sistema General de Participaciones (transferencias) y capacidad administrativa y fiscal (gestión). Cada uno de estos aspectos tiene un indicador y de su combinación se produce el indicador de desempeño integral municipal.

La calificación promedio del desempeño integral de los municipios, en el año 2008, fue del 71,05. El indicador más bajo fue en eficiencia, es decir, en la productividad en el uso de los recursos públicos, que fue del 56,93 y el mejor resultado promedio fue en capacidad administrativa que fue del 79,23. Sólo el 10,7 por ciento de los municipios evaluados obtuvo una calificación sobresaliente, la gran mayoría tuvo una calificación satisfactoria (47,3%).

El departamento de Risaralda tuvo un indicador de desempeño integral muy por debajo del promedio nacional. El indicador fue del 66,70, ubicado en los últimos lugares con Nariño, Huila y Caquetá, mientras Caldas, Cundinamarca y Quindío ocupan los primeros lugares. Los municipios de Risaralda no se destacan en ningún sector o aspecto del desarrollo, medido a través del indicador de desempeño integral. Los municipios con más malos desempeños fiscales tienen los más altos índices de necesidades básicas insatisfechas, por eso es importarte para el 2010, que los municipios de Risaralda tracen un plan, con metas claras, para mejorar su desempeño.

martes, diciembre 01, 2009

“Biociudades”

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 1 de diciembre de 2009

La revisión de los planes de ordenamiento y la adopción de las zonas de planificación es una oportunidad para incorporar, a partir de los avances registrados en materia de sostenibilidad ambiental, estímulos locales para hacer de Pereira una “Biociudad”.

El tema es bastante amplio y debe impulsarse tanto en el sector rural como en el urbano. El campo de acción cubre desde el reciclaje en la fuente, que es inexplicable que no se realice en Pereira, hasta los bonos de carbón, los métodos de producción más limpia etc.

La arquitectura bioclimática tiene una relevancia particular por estar íntimamente relacionada con el desarrollo físico de la ciudad. Los nuevos diseños arquitectónicos tienen en cuenta, entre otros, el clima, los microclimas, la orientación de las edificaciones, la humedad, los vientos, la reutilización de las aguas lluvias. También incluye la elección de los materiales de construcción, el proceso constructivo y la manera como las edificaciones se integran al medio ambiente.

Unicentro en Pereira aplica la arquitectura bioclimática, busca el “confort adaptativo” por medio del control de la ventilación natural y la compensación de las condiciones altas de humedad y temperatura a través de lucarnas y pozos canadienses, sistemas de aislamiento en cubiertas y fachadas, control solar pasivo e iluminación natural. La eliminación del aire acondicionado y de la ventilación mecánica (Urbana, 2009).

Existen estímulos tributarios nacionales para el desarrollo de proyectos de “construcción verdes”. Los constructores pueden solicitar la restitución del IVA pagado sobre los materiales y equipos para las edificaciones que desarrollen un plan eficiente de agua y energía.

En lo local se podrían establecer beneficios especiales a los constructores o inversionistas que asuman cargas ambientales en los planes parciales.