martes, diciembre 11, 2007

La Responsabilidad de informar

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 11 de diciembre de 2007

En un artículo reciente, publicado en la página editorial de este periódico, se incluyó dentro de una larga lista de acusaciones de corrupción o “disparates” en la ciudad, la supuesta cesión de una calle a un Centro Comercial en Ciudad Victoria. Sobre ese tema en una columna del año 2004, expliqué las normas de ordenamiento territorial que soportaban el nuevo trazado y la nueva organización de las vías y el espacio público del plan parcial de renovación Ciudad Victoria.

No hubo ninguna entrega o cesión de vías públicas a particulares en Ciudad Victoria. El plan parcial, como lo permite la ley 388, definió las nuevas características del territorio objeto de intervención. La sustitución del espacio público de las vías, se hizo de acuerdo con las normas vigentes y fue autorizada por el Concejo Municipal.

Por el hecho que señala la columna en mención, el municipio de Pereira y los inversionistas privados fueron demandados. En el fallo, el Tribunal Contencioso Administrativo de Risaralda, consideró que todo el procedimiento se había hecho de acuerdo con las normas y además reconoció, que ante el estado de deterioro físico y humano de la zona de la antigua galería, la administración municipal (2001-2003) actúo para defender un fin público, como es la renovación urbana.

Aunque exista un fallo del Tribunal Contencioso y un espacio como el de esta columna para aclararle a un pequeño grupo de ciudadanos, hay una gran cantidad de personas, algunas desinformadas y otras mal intencionadas, repitiendo por las calles y en los taxis, la misma acusación sin fundamento “que las calles se le entregaron al Centro Comercial y al Éxito”. Lamentablemente, como alguien decía, las mentiras caminan a una velocidad mucho mayor que la verdad.

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El rápido proceso de capitalización de la Empresa de Energía, que inició la actual administración municipal, despertó una serie de inquietudes, muchas de ellas válidas, en diferentes sectores de la población. Sin embargo, quienes consideraban que postergar el tema para la próxima administración, abriría alguna posibilidad para conservar el control de la empresa, aumentaron su preocupación al conocer que la propuesta del alcalde entrante, Israel Londoño, es vender completamente la empresa de Energía de la ciudad. Semejante decisión es irresponsable. La empresa es un patrimonio de los pereiranos. La ciudad ha hecho un gran esfuerzo por mejorarla, tiene un excelente mercado y las perspectivas del negocio de distribución son buenas. La suspensión judicial del proceso de capitalización y privatización del manejo de la empresa, puede terminar en la venta total de un activo importante de la ciudad, en la próxima administración.

martes, diciembre 04, 2007

El espejo nunca miente

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 4 de diciembre de 2007

El alcalde electo de Pereira, Israel Alberto Londoño, no podrá ponerle a la actual administración el espejo retrovisor, si lo hace, el primero que se verá en el espejo será él mismo. El grupo político del nuevo alcalde coadministró durante los cuatro años del actual gobierno.

El caso de las obras de valorización, ilustra perfectamente la anterior afirmación. En el editorial del periódico LA TARDE, del miércoles de la semana pasada, se mencionó que por falta de “previsión y planeación”, hay un déficit de veinte mil millones de pesos ($20.000 millones), representado en sobrecostos y obras no previstas (puentes peatonales y vehiculares). La secretaría encargada de formular el proyecto y de ejecutarlo es la Secretaría de Infraestructura del municipio de Pereira, cuyo secretario pertenece al grupo del nuevo alcalde.

En el mismo artículo se menciona el problema del recaudo a los contribuyentes. Algunos propietarios fueron exonerados, otros, recibieron alguna rebaja y otros no tienen la capacidad de pago que supone el “derrame de valorización”. El aspecto tributario del proyecto estaba a cargo de la Secretaría de Hacienda, que también está en manos del mismo grupo político del alcalde entrante.

Para completar el cuadro, Israel Alberto Londoño era el concejal ponente del proyecto de acuerdo de las obras por valorización. Afirma el editorial de LA TARDE que “cuando se presentó el proyecto de paquete de obras ante el Concejo, en el 2005, los documentos que allegó la administración no eran más que unas hojas con valores totales de obras….. No hubo por lo visto, un estudio serio sobre los valores, ni el número de predios que había que comprar, ni mucho menos sobre las contingencias jurídicas o políticas que iban a surgir en el desarrollo de las obras”.

Lo anterior quiere decir, que a los funcionarios competentes les faltó estudio, pero al concejal ponente y al Concejo Municipal también. Un concejal con independencia puede presentar ponencia negativa a los proyectos, si considera que a las iniciativas del ejecutivo les falta estudio o son inconvenientes.

Como había afirmado, en anteriores columnas, al proyecto de obras de valorización no tuvo suficiente análisis y evaluación de la relación costo-beneficio. No todas las obras son prioritarias ni resuelven el problema de movilidad de la ciudad. El volumen de obras y su valor es demasiado alto, para ser cubierto por muchos propietarios sin capacidad de pago, tanto en el sector urbano como rural.

La opinión debe conocer quienes cogobiernan para reconocerle a los partidos y a los movimientos, los aportes positivos que el funcionario que los representa haga para la ciudad, pero, también para que asuman la responsabilidad política, cuando haya lugar a ella. Por ello, desde el inicio la ciudadanía debe conocer los despachos e instituciones que van a tener bajo su responsabilidad el partido de la U, Colombia Viva, Judith Giraldo, Octavio Carmona y otros. Los medios de comunicación desempeñan un papel importante.