jueves, marzo 25, 2010

La Subasta

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, jueves 25 de marzo de 2010

El actual Congreso de la República es uno de los más desprestigiados en la historia de Colombia, sin credibilidad y con la peor imagen, registrada en todos los sondeos de opinión. En las pasadas elecciones se perdió la oportunidad para renovarlo, para abrir espacios a otros movimientos políticos y para cerrarle las puertas a la politiquería y a los candidatos cuestionados por el origen de sus apoyos.

A pesar de que la organización Votebien había presentado “los candidatos que podían tener problemas con la justicia, sanciones disciplinarias o que estaban cuestionados, porque podrían salir elegidos con las mismas maquinarias que habían servido a personajes que han cometido delitos o están siendo investigados por ellos”. La gente voto por ellos y muchos salieron elegidos: diez en el Partido de la U, cuatro en el Partido Conservador, siete en el PIN, dos en Partido Liberal y dos en Polo (www.semana.com). De esa lista de elegidos, tres son de Risaralda.

La lista de Votebien, sin embargo, era incompleta, en ella no se incluían los candidatos que estaban siendo financiados con los recursos públicos, que sólo deben destinarse a financiar los programas sociales y no para comprar líderes y votos a diestra y siniestra. No obstante, la Tarde señaló en varios editoriales, la participación de las administraciones públicas en el proceso electoral.

La historia se repite y sólo en Bogotá, se registra una cantidad suficiente de voto de opinión. Nuevos congresistas de esa ciudad llegaron con una votación significativa. El ejercicio del Partido Verde fue interesante y limpio.

El común denominador de los ganadores en Risaralda fue la maquinaria. La llegada de Merheg al Partido Conservador, los votos amarrados de la Concejala Judith Giraldo (dueña de la ESE Salud Pereira), el apoyo de la alcaldía de Dosquebradas y del gobernador de Risaralda, explican las dos curules que obtuvo esa colectividad. La curul del Partido Liberal la garantizó la CARDER y el empuje de la alcaldía de Pereira. La curul de la U, la alcaldía de Pereira.

A todo lo anterior, se suma las fallas del sistema electoral (Más de 45.000 votos nulos en Risaralda) y el reconocimiento de la Misión de Observación Electoral de que no se brindaron las garantías necesarias para el normal ejercicio del voto. En Pereira se presentaron denuncias de compra de votos en Villa Santana, el Plumón y Cuba. Durante el reconteo se encontraron irregularidades como: tarjetas marcadas cuya cantidad superaba el número de votantes habilitados en los respectivos puestos, votos falsos e inconsistencias en los formatos que registraban el número de votos.