martes, julio 31, 2007

Por el Voto Libre

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 31 de julio de 2007

En el primer artículo de este año, Tejiendo Ciudadanía 2007, expresaba que: “un buen propósito para el año 2007 es avanzar en la formación de unos ciudadanos más activos y responsables. Necesitamos más personas con una motivación clara hacia la ciudad y con respeto hacia lo público. Mujeres y hombres que además de ser estudiantes, padres de familia, trabajadores, empresarios o artistas sean también ciudadanos. Para tejer ciudadanía se necesita mayor capital humano, social y político”.

Desde el año 2005 he promovido la participación activa en la vida de la ciudad, decidí participar en las pasadas elecciones al Congreso de la República para iniciar la construcción de un nuevo proyecto político. Con un grupo significativo de ciudadanos le pedimos a la exalcaldesa Martha Elena Bedoya Rendón, que renunciara a la Notaría Segunda, para ofrecer a la ciudadanía, una alternativa política que generara confianza, por los principios y valores que han orientado siempre su acción pública y que tuviese credibilidad, por su experiencia y demostrada capacidad de ejecución. Tengo plena convicción que un segundo gobierno de Martha Elena Bedoya, es el mejor camino para la ciudad.

Como lo hice, antes de la inscripción de mi candidatura a la Cámara de Representantes, hoy suspendo esta columna de opinión por mi vinculación directa a la campaña de Martha Elena Bedoya Rendón a la alcaldía de Pereira. Quiero para terminar, invitar a la ciudadanía a participar, a votar. El principal enemigo de la democracia es la apatía y la indiferencia ciudadana.
Espero, como muchos ciudadanos, que pasadas las inscripciones de las candidatas y los candidatos a los diferentes cargos de elección popular, se suspenda el juego sucio que hasta el momento se ha presentado. No más amenazas contra los aspirantes, no más pasquines, no más violación a la norma electoral, no más presiones y abusos, no más campañas en contra de la gente y sus familias.

Esperamos más debate, más propuestas, más respeto, más tolerancia, para que sea la ciudadanía de Pereira, la que en uso del derecho a elegir sus gobernantes lo haga libremente. La apuesta debe ser por el voto libre, por el voto de los ciudadanos a quien se le muestre lo que se ha hecho por ellos y lo que se puede hacer en el futuro. No se debe apostar más a comprar conciencias, ocho días antes de elecciones.

Un proceso electoral puede servir para construir capital político o para destruir lo poco que queda. Como afirma Carrillo, “el capital político hay que invertirlo en la defensa del Estado de Derecho y en la seguridad jurídica para crear reglas de juego claras, previsibilidad y derechos colectivos. La amenaza sigue siendo el populismo que continúa dispuesto a sacrificar las instituciones para llevar a los electores al abismo de las soluciones inmediatistas”. Lo deseable es un debate basado en indicadores y en la participación, para construir un plan de largo aliento para Pereira. Gracias a quienes leen y opinan sobre mis columnas (tejiendociudadania@gmail.com).

martes, julio 24, 2007

¿Impacto Social?

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 24 de julio de 2007

Una de las características de las inversiones en los países en desarrollo, como Colombia, es el bajo impacto de los proyectos. Cada año, en diferentes ciudades del país, se invierten miles de millones de pesos, sin considerar el beneficio real sobre la población en general o sobre las personas más pobres.

El primer obstáculo, para una asignación eficiente de recursos es la corrupción. Los proyectos se convierten en simples instrumentos para lograr beneficios particulares, por ejemplo, se compran o se venden bienes inmuebles sin necesidad, o se asumen sobre costos para pagar las famosas “mordidas” a los contratos o se sacrifica la calidad de las inversiones para reducir costos y aumentar las utilidades de los contratos.

El segundo obstáculo, es el clientelismo. Las entidades encargadas de ejecutar los proyectos o el personal a cargo de los mismos, no se selecciona con base en su idoneidad. Los partidos y movimientos políticos no participan en los gobiernos para liderar proyectos de desarrollo específicos, sino para emplear a sus miembros o pagar favores a sus electores.

El tercero obstáculo, es la dispersión de la inversión pública en pequeños proyectos y la falta de coordinación entre las entidades públicas y privadas. La planeación, ejecución y seguimiento de proyectos es un proceso relativamente incipiente en las ciudades del país y muchos proyectos quedan sin evaluación.

La rendición de cuentas de los gobiernos municipales debe orientarse más a mostrar el impacto de las inversiones y no simplemente la cantidad de dinero invertido. En Pereira, la administración municipal informa, a través de vallas, que la inversión municipal acumulada, de los últimos tres años, se ha incrementado un 77% comparada con los tres años anteriores. Sin embargo, no explica por qué ha aumentado ni cuál es el impacto “social”.

El incremento cuantitativo en primer lugar muestra la disponibilidad de inversión del municipio y su variación se explica fundamentalmente, por los mayores recursos obtenidos por la administración anterior. Durante ese período se logró la certificación en materia educativa para el municipio que generó un incremento en los recursos para el año 2003 del 359% (92.000 niños beneficiados con la gratuidad en la educación) y los recursos obtenidos para el Megabus que fueron invertidos en el 2005 y 2006 que aumentaron los recursos de vías, tránsito y transporte. Sobresalen programas del actual plan de desarrollo como Gobierno en Línea que en sólo un año (2006) ejecutó proyectos por $ 9.570 millones de pesos, mucho más que lo invertido en nutrición, cultura y deporte.

Si los ciudadanos se interesaran por los proyectos de desarrollo de su ciudad preguntarían no sólo por el valor de los créditos entregados a los microempresarios, sino también por el efecto en el ingreso de los hogares o la permanencia de los negocios apoyados. En general, debemos preocuparnos más por el gasto público, por la relación costo beneficio de los proyectos y por el verdadero impacto en la calidad de vida de los ciudadanos.

martes, julio 03, 2007

Por una Movilidad Sostenible

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 3 de julio de 2007

El editorial de La Tarde, del pasado domingo, plantea que en Pereira “se requiere más ingenio en el tema vial”, por el alto crecimiento del parque automotor no acompañado de soluciones que garanticen la movilidad. Se plantean los problemas que mencioné en mi pasada columna sobre el caos urbano como son la contaminación, los accidentes de tránsito y se menciona uno adicional: la pérdida de calidad de vida, por el estrés que genera la congestión vehicular. Invita el editorial a analizar la situación vial de Pereira.

Las soluciones al problema de la movilidad son complejas, sin embargo, es importante analizar las que hasta el momento se le han planteado a la ciudadanía, Martha Elena Bedoya, en un ejercicio de participación ciudadana, el pasado viernes propuso: Por un Megabus más Democrático: Implementar la venta de tiquetes a partir de un viaje. Incorporar tarifas preferenciales para estudiantes universitarios y personas de la tercera edad. Ampliar las rutas alimentadoras y complementarias.

Por el fomento de medios alternativos de transporte: Construir ciclorutas y circuitos. Integrar espacios de estacionamiento de bicicletas conectadas a las estaciones de Megabús, zonas en los parqueaderos, centros comerciales. Tener una ciudad donde todos podamos caminar de día y de noche con más iluminación, más andenes y más seguridad

Por una ciudad sin trancotes: Articular el sistema vial, construir intersecciones que garanticen el fácil acceso a centros culturales, económicos y sociales. Construir puentes peatonales a las estaciones de Megabús. Revisar y optimizar la semaforización en la ciudad. (Olas verdes, semáforos peatonales).

Por un manejo eficiente y amigable del tránsito y del transporte: Manejar integralmente la movilidad en una sola entidad (tránsito, transporte, vías y espacio público, controladas por un observatorio de la movilidad). Realizar campañas educativas para vivir en una ciudad donde todos cumplamos las normas

Las propuestas invitan a analizar las soluciones pensando en todos los usuarios y en todos los medios de transporte: el transporte público, los ciclistas y los peatones y el transporte en vehículos privados. La política pública en movilidad debe privilegiar los dos primeros sistemas de transporte y especialmente los medios alternativos por sus beneficios ambientales. El punto de partida sería implementar la propuesta de concentrar las entidades en una sola para lograr un manejo integral de la movilidad. El análisis de las soluciones debe tener un criterio que privilegie lo público y lo ambiental. La construcción de vías y espacios públicos debe responder a un análisis de prioridades y ser coherente con el modelo de ordenamiento territorial. No se debe continuar ejecutando vías, como ocurre con muchas obras de valorización, que no respondan a un verdadero análisis de necesidades. Tampoco se debe continuar entregando más espacios públicos a los particulares.

Más que ingenio en el tema vial, se requiere mayor articulación de las soluciones, mayor coordinación de las entidades encargadas de manejar el tránsito y el transporte y mayor coherencia entre el modelo de ordenamiento y las entidades ejecutoras de infraestructura física. El Comité Intergremial de Risaralda puede opinar, como lo hizo la ciudadanía, sobre esta última propuesta, que es la base institucional de las demás.