domingo, enero 20, 2013

Hecho en Pereira I

Durante la anterior administración municipal (2008-2011) se inició la preparación del Sesquicentenario de la ciudad. La tarea fue encomendada al reconocido exalcalde de la ciudad, el doctor Gustavo Orozco. Múltiples y diversos fueron los espacios de discusión y consulta sobre la manera en la que se debería asumir ese significativo momento de la historia de la ciudad.

Espacios abiertos, tanto para quienes hacían parte de la anterior administración, como para quienes no lo hacíamos. Con frecuencia llegaban correos con invitaciones a eventos sobre el sesquicentenario, en ese momento impulsado por el Área Metropolitana.

Los pereiranos que participaron definieron tres líneas estratégicas para el sesquicentenario: prospectiva y movilización social, resignificación de los ríos y desarrollo cultural. La ciudad las adoptó, mediante el acuerdo No 56 del 2010, discutido y aprobado por el honorable Concejo Municipal de Pereira.

Las tres líneas estratégicas fueron hechas en Pereira. La celebración entendida como punto de partida para grandes transformaciones fue ampliamente concertada y respondió a la interpretación, que los actores, le dieron al momento histórico que estaban viviendo, por obvias razones, diferente al del centenario de la ciudad.

Sólo, desde finales del año pasado, se escuchan voces de algunas personas que consideran que así no se debía asumir el sesquicentenario: algunos afirman que se debería haber definido una lista, en orden de importancia, de 10 grandes obras. Otros afirman que se debería haber empezado a preparar una gran fiesta, otros que es la oportunidad para hacer memoria, otros consideran que debe ser de las grandes apuestas innovadoras para el futuro, sin nostálgicos del pasado.

Seguramente, hoy muchos habrían o habríamos definido algo distinto, en mi caso al menos más simple y concreto, sin embargo, lo que no se puede desconocer es el origen y el carácter participativo del proceso, el interés por invitar a pensar en forma diferente la ciudad y por vincularla a procesos de desarrollo de largo aliento.

La implementación de la primera estrategia de prospectiva fue igualmente legítima, en ella participaron, entre otros, todos los gremios, todas las universidades de Pereira, organizaciones de la sociedad civil, los concejales y la administración municipal. Existe una apuesta al 2032 para Pereira, quienes participamos en las mesas, compartimos algunas ideas, discrepamos en otras, pero valoramos el esfuerzo por construir una visión compartida sobre el futuro de la ciudad. Igualmente, hecha en Pereira. Lo importante, o al menos lo útil, sería opinar concretamente sobre las estrategias de esa apuesta de los pereiranos, sugerir los cambios correspondientes y asumir una agenda común por los más altos intereses de los ciudadanos. Para terminar esta primera parte, la movilización social se limitó a la "sociedad del conocimiento". Las tres líneas y la prospectiva 2032 son más que ciencia y tecnología. No sólo de conocimiento vive la mujer y el hombre en Pereira y en cualquier parte del mundo. Pendiente una movilización más plural e incluyente.









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