martes, julio 27, 2010

Revaluación y Desigualdad

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 27 de julio de 2010

El nuevo presidente le preguntó en un debate en televisión a la candidata conservadora Noemí Sanín: ¿qué medidas implementaría para mantener una tasa de cambio, que no afecte al sector exportador, considerando que el país recibirá una gran cantidad de divisas del sector minero? Muy buena pregunta, lo importante ahora es que el nuevo gobierno tenga muy clara la respuesta.

Uno de los principales retos del país es reducir la iniquidad social. Colombia es uno de los países del continente con mayor desigualdad en la distribución del ingreso. La estrategia de desarrollo dependerá de la política fiscal y cambiaria. Una tasa de cambio competitiva es una condición necesaria para la generación de empleo e ingresos.

Colombia tiene un peso sobrevaluado y una de las tasas de cambio más volátiles del mundo, según lo explicaba recientemente el ex ministro de hacienda, José Antonio Ocampo. Un dólar revaluado reduce el empleo en las actividades exportadoras, se pierde rentabilidad y competitividad en todos los sectores. Un sólo centavo de dólar de diferencia, tiene grandes repercusiones, por ejemplo, cada centavo de dólar adicional equivale a $ 95.000 millones de ingresos adicionales anuales para la floricultura y significa mantener los 225.000 puestos de trabajo directos e indirectos en este sector.

Una tasa de cambio competitiva permitiría ampliar la inversión de los sectores exportadores y la incursión en nuevos mercados, lo que significaría más puestos de trabajo. Por debajo de los 2.200 pesos la mayoría de los negocios no son rentables y las empresas nacionales tienen dificultades para competir con los productos importados.

El actual gobierno ha presentado un proyecto de regla o disciplina fiscal que pretende, entre otros, ahorrar parte de los recursos de la bonanza minera y frenar la mayor revaluación que esta podría generar. La minería genera muy pocos empleos, pero la revaluación producto de sus ingresos puede destruir una gran cantidad de empresas y empleos en el país.

La aplicación de la regla será importante también para reducir el endeudamiento. El nuevo gobierno puede aprovechar para comprar dólares y pagar deuda y no financiar el déficit con nuevo endeudamiento externo. Un adecuado manejo del fondo de estabilización en el exterior, puede liberar la presión interna sobre la tasa de cambio. Seguramente, el nuevo presidente y su equipo tienen claras las medidas necesarias, lo importante es aprovechar los primeros meses para introducirlas, con la regla fiscal se está dando el primer paso.

martes, julio 20, 2010

Gracias, Señor Presidente

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 20 de julio de 2010

El pasado sábado, el señor presidente Uribe, visitó Risaralda para inaugurar el puente helicoidal, fue su última visita en calidad de Presidente de la República. La mayoría de los risaraldenses como los colombianos estamos agradecidos por su gestión. El país sí necesitaba una mano firme contra el terrorismo y todas sus manifestaciones. Colombia tuvo un líder que recuperó la confianza. La seguridad democrática ha sido respalda por la mayoría de los colombianos.

Hemos tenido presidente. La institucionalidad pública gana cuando se cree en sus representantes. La debilidad en las otras ramas del poder público no es consecuencia del liderazgo del ejecutivo. La debilidad y baja imagen del congreso no es un hecho reciente de los últimos ocho años. Tiene sus orígenes en la forma como todavía se accede y se permanece en el poder político en las regiones.

Los logros en materia de seguridad y restablecimiento del orden en el país son evidentes. La confianza y la promoción de la inversión reactivaron la economía y hay avances en materia social que no se pueden desconocer. Algunos consideramos que otros enfoques en materia de política socioeconómica pudiesen tener mayores impactos en materia de redistribución y lucha contra la pobreza, pero registramos los avances en aumento de cobertura escolar e ingreso per cápita de los colombianos, entre otros.

Risaralda logró obras importantes, el Megabús, el puente helicoidal, los recursos para la remodelación del Estadio Hernán Ramírez Villegas y otras obras viales. El departamento, pudo haber obtenido más del gobierno nacional, articulando mejor sus propósitos, formulando proyectos y haciendo una eficaz gestión pública, pero no fue así.

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El Departamento de Caldas tendrá el ministerio que más necesitaba para hacer realidad todos los proyectos, que había logrado incluir en diferentes documentos CONPES (Consejo de Política Económica y Social), en los que se incorporaron compromisos de vigencias futuras del presupuesto nacional para vías de la competitividad, centros logísticos y su Aeropuerto del Café. No hubiese sido lógico que todo el esfuerzo de Caldas lo centraran en conseguir el Ministerio de Transporte. Risaralda debería solicitar, por lo menos, la dirección de la Aeronáutica Civil para equilibrar el juego de los intereses regionales en materia de transporte y competitividad.

Positivo el nombramiento de la nueva ministra de vivienda, Beatriz Uribe, es una persona cercana, que conoce el sector, con formación y experiencia. Pereira y los municipios de Risaralda deberán prepararse para presentar proyectos de vivienda, con prioridad para las personas de aquí y en lotes que sean aptos para la construcción de vivienda.