martes, agosto 19, 2014

No es sólo cuestión de tamaño

La discusión sobre el tamaño ideal del Estado continúa vigente en el medio académico y político. ¿Qué tan grande o pequeño debe ser el Estado? o ¿Qué puede hacer mejor el sector privado? ¿Qué puede regular mejor el mercado? Las clásicas preguntas parecían superadas por respuestas pragmáticas como: lo importante no es el tamaño del Estado sino la eficiencia de sus instituciones o el Estado debe ser tan grande como sea indispensable.

No obstante, en la medida en que crecen las demandas sociales por mejorar la calidad de vida de la gente y crecen los retos de competir en un mundo globalizado, el papel del sector público y sus instituciones se convierte en un factor fundamental para garantizar la competitividad de las naciones.

La OCDE y el BID acaban de publicar un informe titulado "Panorama de las Administraciones Públicas de América Latina y el Caribe", en el cual se evalúan 15 países en 31 áreas y se examina el rendimiento de los países de América Latina y el Caribe entre sí y frente al promedio de la OCDE.

El informe concluye que es necesario mejorar la gestión fiscal en los países de América Latina y el Caribe para aumentar sus ingresos y revisar el tamaño de los gobiernos y la equidad en la remuneración de los empleados públicos para aumentar la eficiencia en la gestión pública.

Los ingresos de los gobiernos de América Latina y el Caribe equivalen al 25.6% del PIB y el promedio de los ingresos de los países de la OCDE es del 41.9%, predomina un bajo nivel de recaudo de los impuestos, alta evasión y ausencia de estructuras impositivas progresistas.

Los países de América Latina y el Caribe tienen gobiernos más pequeños e instituciones menos consolidadas que otros países más desarrollados. El empleo público constituye el 10.7% de la fuerza de trabajo, mientras que en los países de la OCDE el promedio llega al 15.3%.

Los empleados públicos de los países de la región ganan menos que lo que reciben los empleados en las economías más avanzadas, adicionalmente, la brecha entre los diferentes niveles jerárquicos es mayor, por ejemplo, los jefes en la región ganan 6.7 veces más que las secretarias. En la OCDE la diferencia es menor es de 4.6 veces.

El nuevo plan de desarrollo nacional debería abordar este tema, no sólo para plantear la creación de nuevos ministerios, sino también para revisar la eficiencia de las instituciones públicas y la importancia del recurso humano que las compone.


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martes, agosto 12, 2014

La Diversidad como Fortaleza




Cada año, después de la presentación de la agenda oficial de las Fiestas de la Cosecha de Pereira, se despierta el interés por calificarlas. Siempre ha ocurrido lo mismo, así lo muestran los archivos históricos. Las apreciaciones han sido similares y se dividen en dos grupos: los que consideran las fiestas "muy populares" y los que las califican como "demasiado culturales", en ambos grupos son más las personas que no conocen la programación, pero creen en los prejuicios de otros y los multiplican con el voz a voz.

La realidad es diferente, hay una diversidad de eventos y todos hacen parte de manifestaciones culturales. Este año por ejemplo, la agenda del mes de agosto incluye 3 conciertos, 7 verbenas, 10 exposiciones, 9 eventos académicos, 6 eventos de danza, 7 festivales, 5 desfiles y 2 eventos deportivos, lo cual hace muy difícil generalizar sobre sus características culturales. La Fiesta de la Cosecha es una componente de la diversidad y una expresión de la misma.

Lo que merece una investigación más profunda es su impacto. No existen estudios que permitan medirlos, sin embargo, hay algunos referentes. En el marco del convenio Andrés Bello se realizó el estudio: "La fiesta, la otra cara del patrimonio. Valoración de su impacto económico, cultural y social". El estudio no determina que factores de las fiestas analizadas son determinantes en la generación de impactos positivos para una ciudad.

No obstante, si formula preguntas importantes y reconoce dificultades y retos comunes para muchas ciudades como Pereira. Las fiestas pueden convertirse en un bien cultural que aporta simultáneamente a la apropiación, valoración y preservación del patrimonio cultural y al turismo cultural como una fuente de generación de empleo e ingresos. Si este último propósito se logra se convierte en una motivación del primero.

También se reconocen las tensiones que viven las ciudades por la globalización y el acceso a los medios de comunicación que entran a competir con lo local ofreciendo entretenimiento estandarizado en busca de clientela. La excesiva comercialización de las fiestas se convierte en el principal factor que rompe la cadena de transmisión de capital simbólico de una generación a otra y contribuye a la pérdida de las tradiciones.

Otros consideran que "las identidades son procesos en el tiempo nunca acabados y se van conformando no sólo por dinámicas propias o endógenas, sino también por diversas y plurales miradas y perspectivas que vienen de otros" (Garrreton, Fondo de Cultura - Convenio Andrés Bello, 2003:57). Para Pereira, la ciudad sin puertas, la diversidad cultural y la libertad pueden reconocerse como un factor de desarrollo y no como una debilidad.


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