martes, noviembre 08, 2011

Pasar la Hoja

Los que perdimos en las pasadas elecciones debemos aceptarlo, siempre que se participa se tiene la posibilidad de ganar o de perder. Los equipos deben prepararse para aceptar las reglas del juego de nuestra imperfecta y decadente democracia. Por la forma de reaccionar de la campaña perdedora a la alcaldía de Juan Manuel Arango, se deduce que nunca pensaron que podían perder y fueron muy eficientes en proyectarse como ganadores.

Desde el inicio la campaña del Partido Liberal tuvo como objetivo maximizar el candidato y minimizar el candidato del Partido de la U, la estrategia la hicieron gráfica con las vallas que mostraban a Juan Manuel Arango grande con un alto porcentaje de intención de voto y a Enrique Vásquez pequeñito.

Se descalificó por parte de la campaña Liberal, la encuesta del grupo ECSE, registrado ante el Consejo Nacional Electoral, que mostraba una diferencia de sólo 7 puntos. Tampoco se creyó en la encuesta del grupo FOCUS, que proyectaba a Vásquez con una diferencia a favor de dos puntos. Las encuestas del grupo GIR, a las que tuvo acceso el grupo coordinador de la campaña de Vásquez, tampoco mostraban las enormes diferencias que soportaban la estrategia del candidato grande frente al "pequeño".

El candidato "pequeño" lideró los temas del pasado debate electoral: Aeropuerto y Honestidad. La estrategia de comunicaciones funcionó pues ningún otro tema alcanzó a calar en la opinión pública. La arrogancia del candidato y su jefe de debate de presentarse como ganadores, invencibles y ejecutores de todas las obras de la ciudad generó rechazo. Frente a un real empate técnico, Vásquez capitalizó todo el voto en contra de Juan Manuel, la clase alta, un grueso de empresarios y el de los indecisos que normalmente optan por intentar algo "nuevo". Además, la fórmula Botero-Vásquez funcionó.

Todo lo anterior para concluir que los resultados eran probables y no son consecuencia necesaria de un fraude electoral y menos aún que justifique las arengas pagas (La MOE denunció que se estaba pagando a las personas para protestar en el Lucy Tejada).

No obstante, quedó una "sombra política" como lo denuncia la Corporación Risaralda Ética en su columna, la confrontación fue vergonzosa, el juego sucio duró hasta el día de las elecciones. De las cuatro campañas locales, en las que he participado, es en la que más se escuchó y se sufrió la compra y amarre de líderes y de votos y la ejecución de actos vandálicos. Nos quedaremos sin saber porque derribaron, en forma premeditada y con aparatos especiales, una de las dos únicas vallas que teníamos, dejando dos de los 12 tornillos para que la estructura no se desplomara sobre la Avenida Sur, además de la desaparición de varios pendones y de las invitaciones segmentadas por internet y por teléfono de personas de otro partido a votar por una de las candidatas de la lista en la que participé. Pereira se merece en el futuro otro tipo de proceso electoral, sin embargo, es necesario pasar la hoja.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dra. Adriana felicitaciones y muy buen articulo. Estoy de acuerdo con usted y aceptar la derrota de manera honrosa hacer ver que tipo de persona es cada quien. Ud. tiene mucho futuro en la politica, así que adelante.

Ojala la ciudad tenga la oportunidad de tener buenos representantes en los diferentes frentes políticos.