lunes, enero 31, 2011

EL "Estado Niñera" I

La semana pasada el Departamento Nacional de Planeación (DNP) mediante un comunicado de prensa estableció que en el nuevo plan de desarrollo se dará prioridad a la generación de empleo y al emprendimiento como estrategias para superar la pobreza. También afirma el DNP que dará continuidad a la política de subsidios, es decir, al Programa de Familias en Acción que estableció el Presidente Uribe.

La estrategia de subsidios para superar la pobreza tiene tantos defensores como críticos. La experiencia y los resultados evaluados en varios países, que han implementado este tipo de política, demuestran que existen logros importantes en materia de reducción de la pobreza que no se pueden desconocer, tampoco se puede interrumpir abruptamente el proceso de intervención social con las familias beneficiarias. Lo que si debe hacer el país es revisar integralmente la política pública para reducir los índices de pobreza y de miseria, en la que hoy viven mas de 1.4 millones de familias colombianas, y re-diseñar el Programa de Familias en Acción.

Una investigación reciente realizada por el Banco Mundial titulada: "Transferencias Monetarias Condicionadas" analiza en un amplio número de países los resultados de los apoyos económicos a las familias para reducir la pobreza actual y futura. El estudio compara los casos, sus variaciones en términos de cobertura, número de beneficiarios y costos por países y concluye que la estrategia ha sido efectiva en los países (Brasil, Ecuador, México, Chile, Camboya etc.) que la han implementado, pero reconoce que hay aspectos específicos en cada país para revisar.

Los subsidios son condicionados porque buscan no sólo beneficiar a las familias más necesitadas, sino también condicionarlas a que tengan sus hijos estudiando. Se parte de estudios que sugieren la existencia de una creencia errónea, en las hogares de bajos ingresos, sobre el bajo retorno de la inversión en educación. Los padres prefieren dejar los niños por fuera del sistema escolar, perpetuando el círculo de la pobreza. La justificación de los subsidios se basa en la necesidad de aumentar la inversión en capital humano de los hogares más pobres que subinvierten en el mismo.

El problema del subsidio o la transferencia monetaria condicionada a las familias pobres es que lleva implícita un mensaje que puede ser contraproducente para la política pública de reducción de la pobreza. En primer lugar, porque el subsidio económico en dinero se establece por niño, es decir, que entre mayor sea el número de niños mayor será el dinero recibido. Existe una clara corelación entre el nivel de pobreza y el número de hijos por familia, por lo tanto, el mensaje resulta perverso. En el diseño de una nueva política se puede condicionar la participación de la familia en los programas de salud sexual y reproductiva. En segundo lugar, debe formarse los padres sobre la importancia de la educación de sus hijos, pero no se puede llegar a lo que algunos califican como el Estado Niñera, un Estado que asume responsabilidades inherentes a los padres y les paga por cumplir su responsabilidad. Continuará.

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