Festival Sinfónico, lo que falta por decir

Hace 8 años nació el Festival Sinfónico de Pereira, uno de los más importantes de la ciudad, no sólo por su carácter formativo e incluyente, sino por su impacto en el desarrollo cultural y turístico. Un festival con reconocimiento nacional. Ha tenido más de 350 artistas en escena, con agrupaciones y solistas internacionales, nacionales y locales. Un evento que aporta a la descentralización de la oferta cultural con conciertos gratuitos en iglesias y en centros comerciales.

Desafortunadamente, el rápido crecimiento del festival no ha estado acompañado de un mayor nivel de conciencia y valoración por parte de los actores públicos y privados. La estructura organizacional del festival tampoco se ha ajustado a las demandas cada vez mayores para su gestión, así lo reconocen sus directivos.

Tradicionalmente, la financiación de los festivales y eventos culturales de la ciudad se ha obtenido de diferentes entidades como: las empresas de servicios públicos (Aguas y Aguas, Energía, Atesa), el Área Metropolitana, el INFI, el Instituto de Cultura y Fomento al Turismo de Pereira (IMCFT) o de las secretarias de educación, de planeación y de desarrollo social. De unas pocas empresas privadas y de Comfamiliar. Cada año, los organizadores recorren entidades públicas y privadas tratando de armar una "bolsa" que permita la realización de sus eventos.

El IMCFT abrió el año pasado la convocatoria para el Programa de Concertación Municipal (2013), que permite, no sólo un acceso democrático a los recursos públicos, sino también, una mejor planeación a las organizaciones culturales, que desde el inicio del año, tienen certeza sobre los aportes del instituto.

El Festival Sinfónico resultó beneficiario tanto del Programa Municipal como del Nacional de Concertación. Sin embargo, el director de la fundación organizadora (FACURIS), nunca firmó el convenio con el IMCFT y sorpresivamente informó que no se podía realizar el festival porque la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, les había cancelado su participación y los organizadores consideran que ninguna orquesta tiene el nivel suficiente para acompañar los artistas internacionales.

El comunicado de FACURIS a la opinión pública es confuso e "inconcluso" y está siendo aprovechado por algunos para desdibujar la estrategia de desarrollo cultural y por otros, mal informados, para poner en duda el compromiso demostrado del IMCFT con el festival. El reto de este año, acordado con la junta directiva del festival, era mantener su alto nivel y recuperar el déficit del 2012, cuya "bolsa" no llegó a lo esperado. Al igual que el IMCFT intervino para salvar el Festival del Bambuco, existe voluntad y conciencia para recuperar el Festival Sinfónico.








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