Gobernar es también establecer prioridades para enfocar los esfuerzos institucionales a resolver los problemas más apremiantes o las metas más importantes. Para ilustrar el tema, a los alumnos de administración de empresas se les explica que una persona no puede sentarse en el segundo piso de su casa a pensar de que color va a pintar las paredes de su cuarto cuando tiene un incendio en la cocina.
Mientras el Gobierno Nacional y el Congreso de la República discutían la Ley de Tierras, gran parte de las tierras productivas del país fueron inundadas por las dos olas invernales. La tragedia justificaba un cambio en la agenda legislativa y una mayor atención para trazar una plan de atención y de prevención de desastres de largo alcance, pero el gobierno se quedó pensando de que color pintar las paredes del segundo piso.
Se ha discutido la responsabilidad de las corporaciones autónomas, en los daños que han sufrido los agricultores, pero no se han introducido las reformas ni se han tomado las medidas para que las inversiones que no se realizaron antes, como la construcción adecuada de diques o el dragado de los rios se hagan ahora.
En el Valle del Cauca el restablecimiento de la producción y la prevención de otra inundación no depende del esfuerzo individual de los agricultores, sino de la realización por parte de la Corporación Autónoma del Valle de las obras en ambos costados de los ríos y en todo el tramo expuesto a inundaciones. Las soluciones a través de los créditos de FINAGRO para infraestructura son insuficientes para este tipo de casos.
El gobierno tiene un incendio en el sector agrícola y se ha dejado distraer. La tasa de cambio ha generado grandes desastres al sector floricultor. Adicionalmente, no logró extender las preferencias arancelarias ATPDEA, sin las cuales se pierde competitividad y acceso al mercado estadounidense.
La prioridad es lograr que en las tierras se genere empleo e ingresos, que se mejore el entorno competitivo, entre otros, facilitando y disminuyendo los trámites. El Estado debe ser un facilitador para la generación de empleo y sus instituciones (ICA, DIAN, Corporaciones Autónomas etc.) no pueden ser un obstáculo para la producción, importación de insumos o exportación de productos. El exceso de trámites genera grandes riesgos y costos que puede obligar al cierre de los negocios de exportación con la consecuente pérdida de puestos de trabajo. Si las prioridades no cambian, la "locomotora" de la agricultura seguirá ahogada y sin posibilidades de prenderse, independiente de quien sea su tenedor.
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