martes, diciembre 30, 2008

La Lentitud

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 30 de diciembre de 2008

La palabra que mejor describe el año 2008, en la ciudad, es la lentitud. En primer lugar, por la desaceleración de la economía nacional y local. El comercio, nuestra principal fuente de empleo, disminuyó el ritmo de ventas. Los ingresos de las familias que viven de las remesas bajaron. En el primer semestre, por la revaluación del peso y en el segundo, por la disminución en el número de horas trabajadas en esos países (Estados Unidos, España…), producto de la recesión económica internacional.

Las ventas en el sector de la construcción también bajaron, lo mismo el número de nuevos proyectos aprobados por las curadurías urbanas. La actividad edificadora en Pereira  y Dosquebradas, fue menor que en el año 2007. Las proyecciones indican que el área con licencias de construcción aprobadas finalizará a la baja, con una disminución del 20.6%, frente al acumulado de doce meses atrás. Entre enero y noviembre de 2008, para la ciudad de Pereira, se aprobaron licencias en total por 450.827 m², registrando un decrecimiento del 31.5%, frente al mismo período de 2007 (Camacol, Noviembre 2008).

Las administraciones públicas, en el primer año de gobierno, tienen muy bajas ejecuciones. El director del Banco de la República resaltó en su informe de noviembre, el efecto en la caída de la demanda como consecuencia, entre otros, de la notoria caída en las obras públicas. Aunque una de las razones para tener bajas ejecuciones, el primer año, es la dedicación a la formulación del plan de desarrollo, también es posible que muchos municipios, como Pereira, hayan pasado este año con “guayabo fiscal”.

La ley 617 obligó a los municipios a sanear sus finanzas. Muchos municipios empezando la presente década lo lograron (2003) disminuyendo gastos de funcionamiento, bajando el endeudamiento y aumentando la magnitud del ahorro. Las pasadas administraciones (2004-2007) aprovecharon la mayor capacidad de inversión y la bonanza de la economía nacional, sin embargo, terminaron como Pereira, con bajos desempeños fiscales, de acuerdo con el ranking establecido por el Departamento Nacional de Planeación (DNP).

Durante el año 2008 también hubo hechos positivos, se inició el ejercicio de prospectiva de cara al Sesquicentenario de Pereira, un ejercicio abierto y participativo; el Ministerio de Cultura licitó la reconstrucción del Palacio Nacional y se recuperó el Deportivo Pereira. El próximo año va a ser difícil y por esa misma razón el municipio debe despegar, es importante la ejecución de proyectos públicos que estimulen la inversión privada, necesitamos más empleo, más seguridad y más espacios públicos para la gente, incluyendo los peatones. La prudencia, necesaria en tiempos difíciles, no puede convertirse en inactividad de las instituciones, de las empresas y de las personas. Recibamos el año 2009 con optimismo y con esperanza. Para todos, un Feliz Año.

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