martes, agosto 30, 2005

Los 142 años de Pereira

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 30 de agosto de 2005

Sólo estamos cumpliendo 142 años, somos una ciudad muy joven, que en menos de 50 años, se convirtió en uno de los diez centros más poblados del país. A pesar de su corta edad, son ricas las experiencias de su historia e inmensamente valiosos los aportes de quienes se han dedicado a investigarla y transmitirla a las nuevas generaciones.

Son tantas las personas buenas que han participado en el desarrollo de Pereira que su legado nos anima para enfrentar su futuro. Como decía don Miguel de Unamuno: “Cuanto más largos son hacia atrás nuestros recuerdos, más largos y más dulces son hacia delante nuestras esperanzas”.

La transformación de Pereira era antes sólo un sueño. Hoy hace exactamente, cuatro años, cuando la ciudad celebraba sus 138 años, la exalcaldesa Martha Elena Bedoya Rendón afirmaba en su discurso: “Dicen que nada está puesto al azar. Que una simple hoja puede transformar el universo. Dicen que el futuro está en las ciudades y de ellas depende que los seres humanos se queden. Dicen que las ciudades serán el centro del conocimiento. Y que en ellas están puestas las esperanzas de las generaciones que nos siguen. Y yo creo que es verdad todo lo que dicen. Y creo que conozco esa ciudad de la que hablan. Y creo que me he imaginado miles de veces su futuro. Esa ciudad en la que creo es la misma de ustedes. Esa ciudad, la del futuro, es la que todos llamamos Pereira”.

Un año después, la administración anterior estaba invitando a la ciudadanía a repetir, con la misma decisión, nuestras gestas cívicas, a confiar en lo público, a creer en el proyecto de renovación Ciudad Victoria: “Refundar la Ciudad es abrir espacios, creer en nuestra gente, recuperar los tiempos, querer lo que hacemos. Esa es la convicción que nos acompaña en nuestro proyecto de recuperación de la zona de la antigua galería. Vamos a hacer allí lo mismo que hicieron todos los pueblos en su fundación, lo mismo que hicieron nuestros fundadores, cuando trazaron, hace 139 años, el círculo de encuentro de todos los habitantes de la Villa de Pereira, en la Plaza de la Victoria”.

Pereira tenía seis plazas denominadas La Paz, La Victoria, La Concordia, Fe, Esperanza y Caridad. La primera, cambió el nombre primero por Cañarte y luego por La Libertad. La segunda, por la Plaza de Bolívar y la tercera por Colon. Las plazas Fe y Esperanza después desaparecieron y en la Caridad se construyó posteriormente, el Hospital San Jorge.

“El nombre de Ciudad Victoria es un homenaje a todas esas personas para las cuales la Plaza de la Victoria, hoy Plaza de Bolivar, fue el centro de sus encuentros, de sus juegos de infancia, de sus travesuras y romances, de sus interminables tertulias, de sus historias y recuerdos, de las compras al detal, de los carnavales de flores y sitio de encuentro para los primeros habitantes de Pereira”. Hoy Ciudad Victoria es el nuevo punto de encuentro, con capacidad para albergar a sus habitantes y a sus visitantes.

Como Pereiranos, debemos celebrar nuestros 142 años, con alegría y optimismo por todo lo que hemos construido en tan poco tiempo, pero también asumiendo la responsabilidad frente al estudio de su historia, de su presente y sobre todo, frente a los retos que marcan su futuro.

martes, agosto 23, 2005

¿Quién debe Gobernar el Estado?

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 23 de agosto de 2005

La respuesta, aparentemente obvia para una democracia, donde en teoría gobierna el pueblo, no es tan simple y ha tenido su proceso de evolución teórica. Los griegos fueron los primeros en discutirla y en elaborar conclusiones basadas en la argumentación. La respuesta es esencial y encierra uno de los problemas de la democracia. Desde esa época se ha discutido sobre cuál de las formas de gobierno y de organización de la administración pública es mejor.

Para Platón la respuesta era de tipo moral: “debe gobernar el mejor”, en la Ciudad-Estado ateniense, los mejores eran las personas más preparadas. Para Marx y Lenin, deben gobernar los proletarios. Para los dictadores como Hitler, la respuesta es aún más fácil, son ellos, quienes deben gobernar. La misma respuesta darían todos los dictadores que ha tenido América Latina.

La pregunta platónica: ¿quién debe gobernar el Estado?, como lo afirma Popper, debe sustituirse por otras cómo: “¿existen formas de gobierno que sean rechazables por motivos políticos? O ¿existen formas de gobierno que nos permitan destituir a un gobierno rechazable, o aunque sólo sea incompetente, que ocasione daños?”

La respuesta a la primera pregunta es clara, una dictadura es rechazable. En una democracia las instituciones controlan la acumulación de poder e intentan limitarlo. La respuesta a la segunda, se relaciona con las posibilidades que se le brinde a la gente para destituir un gobierno corrupto o que no cumpla sus deberes, por mecanismos institucionales. Por lo tanto, no se trata de ¿Quién manda?, sino de ¿cómo se gobierna? O del “cómo” de la administración pública.

En Colombia, la Constitución de 1991, estableció una serie de mecanismos institucionales para revocar el mandato de un gobierno y para participar en la evaluación de las administraciones públicas, sin embargo, el cómo se gobierna parece no importarle a la gran mayoría de las personas.

Con frecuencia, se publican artículos sobre la corrupción en revistas, en los editoriales de los medios de circulación nacional y local, como el editorial del sábado sobre el “El cáncer de la corrupción”, informes anuales como los de Transparencia Internacional. La institución calificó de grave el resultado, Colombia, en el año 2004, obtuvo un puntaje de 3,8 sobre 10, en percepción de corrupción y el puesto 60 entre 146 países.

Hay una alta percepción de la corrupción, existen mecanismos de información pública sobre la misma. Sin embargo, como lo señala el estudio comparativo sobre la cultura política de la democracia en Colombia, sólo al 3.6% de la gente le parece que la corrupción es el problema más grave que tiene el país. Por lo tanto, se necesitan los nuevos ciudadanos a los que les preocupe, el cómo se administra lo público y bajo que principios se orientan las instituciones públicas que son la base de la democracia.

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Importantes los cuestionamientos hechos en el editorial de La Tarde y retomados por el columnista Alvaro Eduardo Salazar, el 19 de agosto, sobre la autorización dada al municipio para vender su participación en Gas de Risaralda. Sería aún más valioso que se invitara a la discusión antes de la aprobación de los acuerdos, se hubiese podido complementar las opiniones presentadas en esta columna el día 19 de abril en “Pensar en el futuro: Gas de Risaralda”.

martes, agosto 16, 2005

Juegos Bolivarianos: Un hecho positivo

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 16 de agosto de 2005

Desde hace varios años, los grades eventos como las Olimpíadas, los mundiales de fútbol, la copa América o diferentes exposiciones o celebraciones de carácter internacional, han sido verdaderos instrumentos de intervención sobre las ciudades, sus resultados han sido diferentes, dependiendo de la magnitud del evento o la forma como se lleven a cabo.

Uno de los casos más estudiados ha sido Barcelona, una ciudad que después de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1992, se convirtió en un referente obligado por su desarrollo y modernización. En pocos años, después de los juegos, se logró transformar una ciudad con un centro en decadencia y congestionado, en una zona renovada, dinámica y atractiva para los negocios y el turismo.

Hoy Pereira y Armenia tienen un gran evento en curso: los Juegos Bolivarianos en los que participan deportistas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Los juegos se realizan cada 4 años, dependen de la Organización Deportiva Bolivariana y están dentro del ciclo olímpico internacional. Sin lugar a dudas, para una ciudad joven como Pereira es un hecho importante, del cual puede partir varias reflexiones orientadas a ubicar las oportunidades ofrecidas por este tipo de eventos dentro de las políticas públicas para la ciudad y las condiciones que determinan sus resultados.

La decisión misma de participar es parte de una política pública. Como se ha visto recientemente, con las próximas Olimpiadas que serán en Londres, la posibilidad de ser sede de un gran evento despierta una dura competencia entre las ciudades interesadas, todas ven en los mismos, una gran oportunidad. Incluso, se asume el costo del tiempo dedicado para lograrlos, a pesar de que en muchos casos quien logra la gestión no la alcanza a ejecutar. La gestión del INDER, en cabeza de la doctora Ignacia Vergara, durante la administración anterior, fue fundamental para obtener la bandera de los Juegos Bolivarianos, por fortuna, la ciudad ha podido contar con su participación en la organización de los mismos, con un equipo responsable, con el apoyo de las administraciones departamentales y municipales y con un grupo importante de voluntarios, que sin ninguna remuneración, ha dado muestra de civismo y compromiso con el deporte nacional.

Los criterios para decidir las inversiones son parte de las políticas urbanas. Todos los escenarios deportivos (piscinas, estadio etc.) de la ciudad van a quedar en excelentes condiciones y se pudo también crear nuevas infraestructuras como la bolera en el sector La Julita. A través de los juegos, la ciudad reconoce la importancia de contar con nuevos espacios urbanos como Cuidad Victoria y Expofuturo, nuevas formas de vivir la ciudad y de presentarla ante sus visitantes. También se ha logrado dar mensajes que fortalecen otros programas como el de recuperación del espacio público. Los vendedores reubicados en los bazares populares, han tenido la oportunidad de encargarse de los puestos de alimentos, ubicados alrededor de los escenarios de los juegos. Una excelente idea de la administración municipal.

Los Juegos Bolivarianos dejarán muchas más cosas positivas, una experiencia institucional sobre la cual es importante reflexionar y obviamente la alegría de los triunfos de los deportistas colombianos, un orgullo nacional y el reflejo de un gran esfuerzo y preparación para darle al país medallas de oro, plata y bronce en las diferentes categorías.

martes, agosto 09, 2005

TEJIENDO CIUDADANÍA

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 9 de agosto de 2005

El filósofo existencialista danés del siglo XIX Sören Kierkegaard, escribió en su diario: “Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir”. Nos mostró el filósofo, la importancia de encontrar nuestra propia y única vocación y el valor que adquiere la vida cuando defendemos las ideas en las que creemos.

El libro Tejiendo Ciudadanía refleja las ideas en las que creo firmemente y gracias al periódico La Tarde, he podido publicar todos los martes, desde enero del año 2004. He seguido el ejemplo de mi abuelo Alonso de la Pava, de Gonzalo Vallejo Restrepo y de otros familiares, que también dedicaron parte de su tiempo a escribir y difundir sus ideas.

La responsabilidad de vivir implica un dedicado y apasionante compromiso ético con la defensa de nuestros valores, de nuestra historia, de nuestras instituciones, de nuestros niños, de nuestra región y de nuestra propia democracia.

Una opinión es valiosa porque existe la libre expresión. Sin embargo, la libertad y la democracia no garantizan por si mismas nada, somos nosotros en el ejercicio responsable y ético de la misma los que podemos tejer nuestro destino. El desarrollo depende de nosotros mismos, de la claridad de nuestros fines, del realismo de nuestras decisiones, de nuestros desvelos y de nuestros esfuerzos.

Creo que debemos mantener una actitud optimista, Popper considera, que el optimismo es parte de nuestra responsabilidad de vivir. A pesar de mi actitud crítica, en algunos escritos, siempre he resaltado lo positivo, he insistido en que sí se pueden hacer las cosas y el mejor ejemplo es Ciudad Victoria. Ver sólo los hechos negativos, o tener la mirada puesta sólo sobre lo que falta por hacer, conmina la juventud y priva a los ciudadanos del derecho a la esperanza.

Una ciudadanía se ejerce y se forma si los medios juegan el papel que les corresponde, si son abiertos y plurales, si transmiten con objetividad la noticia y si basan las publicaciones en investigaciones serias. No creo que el espacio de una columna o de cualquier publicación deba ser para atacar las personas o para endilgar responsabilidades, con informaciones, muchas veces falsa o para convertir diferencias personales en noticia pública. Debemos opinar sobre los problemas fundamentales de la sociedad y promover activismo frente a su futuro.

Ayudar a una sociedad a recordar los hechos de su historia es orientarla para que pueda retomar lo bueno y rechazar lo malo. Los medios tienen una gran responsabilidad, en la formación de una ciudadanía capaz de enjuiciar los hechos del pasado, que pueda aprender lo que es posible y positivo y lo que es éticamente correcto. Pero también, que sepa rechazar lo que es contrario a la moral o inconveniente para los intereses públicos. Por indiferencia o simple comodidad podemos terminar siendo cómplices de la corrupción.

Todos podemos aportar para generar cambios positivos. Una red bien tejida de buenos ciudadanos es más fuerte que cualquier intento de romperla, de asustarla o de simplemente abandonarla. Alimentemos nuestras esperanzas, el futuro esta abierto, son múltiples las alternativas de actuar responsablemente, nuestra fortaleza como seres humanos radica en el esfuerzo decidido de mejorar las cosas, de tejer un mundo más feliz para nosotros y para nuestros niños.

martes, agosto 02, 2005

Parqueaderos de Ciudad Victoria

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 2 de agosto de 2005

Frente a las inquietudes planteadas en el artículo del martes pasado sobre la falta de uso de los parqueaderos en Ciudad Victoria, se dieron varias explicaciones que no son claras. Se dice que los parqueaderos no están en funcionamiento porque no se habían elaborado estudios antes de su construcción y no se conocía su finalidad. Previo a la construcción de la Plaza Cívica, el municipio realizó los respectivos estudios técnicos. Para la construcción de la obra se contaba con un presupuesto detallado y un cronograma de obra que se cumplió satisfactoriamente.

¿Puede existir alguna duda sobre la necesidad de dotar a la zona de una oferta importante de estacionamientos? En tan poco tiempo, ya existe demanda suficiente, incluso, el Centro Comercial Victoria Plaza está interesado en los mismos.

No es técnicamente posible, como se afirmó en el periódico La Tarde del día 26 de julio, realizar “avalúos” a un inmueble que no se ha construido. Tampoco se puede afirmar que no se había “determinado su finalidad”. La finalidad de la obra es servir de estacionamiento de vehículos para una zona con una demanda potencial en crecimiento dada la magnitud de las obras construidas y en construcción en la zona de renovación. El objetivo es dotar a la ciudad de nuevos espacios públicos que también pueden generar recursos financieros y recuperar la inversión en el largo plazo.

Los parqueaderos son una fuente de ingresos para el municipio, en especial para el Centro Cultural. En el año 2003 se realizó un estudio con el Centro de Investigaciones Socioeconómicas de Risaralda sobre el mercado de parqueaderos en la ciudad, el estudio sirve de referente para determinar las condiciones de explotación del inmueble, sea mediante la concesión o el arrendamiento. Hace varios meses se hubiese podido complementar y actualizar los estudios para el proceso licitatorio, si no se considera conveniente operar directamente los parqueaderos, que es otra opción.

No debe ser del interés del municipio ni de la ciudad esperar a que todos los proyectos estén construidos para poner en funcionamiento los parqueaderos y empezar a percibir ingresos por los mismos. ¿Será que el interés es venderlos? Sí, esta es la intención, seguramente son muchas las dudas jurídicas. Las otras alternativas (explotación directa, arrendamiento o concesión) están inventadas en Colombia. De hecho, se encuentra en proceso de concesión todo el amoblamiento urbano, al que se ha referido Risaralda Ética en cinco columnas publicadas en La Tarde.

Los municipios cuyas transferencias nacionales pueden disminuirse deben mantener rentas estables como los ingresos de los parqueaderos o los dividendos, que dentro de pocos años el municipio hubiese empezado a recibir por su participación en Gas de Risaralda, una empresa con excelentes proyecciones financieras, pero que las mayorías del Concejo Municipal, autorizaron, la semana pasada, vender.

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Agradezco a todas las personas que han leído mis artículos y han manifestado su interés en asistir el próximo jueves 4 de agosto a las 7:00 p.m. al Museo de Arte de Pereira al lanzamiento del Libro Tejiendo Ciudadanía.