La drogadicción es un problema social y familiar de grandes dimensiones en Pereira. Todas las ciudades en los países en desarrollo comparten problemas con diferentes manifestaciones de la pobreza y de la iniquidad social, pero cada una tiene unas problemáticas particulares. La capital del departamento tiene un grave problema de drogadicción sin atender en forma integra y de microtráfico de drogas sin enfrentar en forma eficaz.
El título de esta columna debe ser un objetivo de las políticas públicas sociales y de seguridad, difícil de cumplir sí, pero necesario y relevante para mejorar los niveles de convivencia y de desarrollo familiar y social en la ciudad.
Quienes han tenido o hemos tenido personas con problemas de drogadicción en la familia sabemos que el problema es muy complejo de resolver, tanto en el nivel familiar como en el social, pero lo más grave para las políticas de desarrollo es No plantear los grandes problemas, los que son difícil de resolver y plantear sólo los problemas que llaman la atención del público, es decir, los mediáticos.
Ante un problema tan complejo, los expertos o grupos interinstitucionales de los mismos, deben tener propuestas bien sustentadas. No obstante, en el ámbito local es necesario el desarrollo de acciones coordinadas entre los sectores de salud, de educación, de deporte y de cultura para la prevención del uso y consumo de drogas, tabaco y alcohol.
El sector educativo tiene gran responsabilidad: "la finalidad de la escuela no es luchar y corregir todos los males de la sociedad, su finalidad es corregir uno sólo, que es el mal de la ignorancia..Lo cierto es que la escuela no tiene autoridad para corregir que se deje de fumar o de beber.. eso sí tiene autoridad para mejorar los conocimientos y las aptitudes de los estudiantes para fomentar el desarrollo de valores defendibles" (Wilson, 1998).
Se propone el apoyo a las comunidades locales de prevención y el desarrollo de centros de escucha. Igualmente el desarrollo de programas para la reducción del daño y la superación del consumo. El fortalecimiento a las escuelas deportivas en los barrios y el seguimiento psicosocial a cada joven y a su grupo familiar.
Por último, las estrategias de prevención para el consumo de drogas no sólo deben incluir una reducción de la demanda o mitigar las consecuencias negativas sociales y de salud del consumo de drogas, sino también, las estrategias de reducción del suministro, que implican una lucha táctica y frontal al microtráfico de drogas en Pereira.
El título de esta columna debe ser un objetivo de las políticas públicas sociales y de seguridad, difícil de cumplir sí, pero necesario y relevante para mejorar los niveles de convivencia y de desarrollo familiar y social en la ciudad.
Quienes han tenido o hemos tenido personas con problemas de drogadicción en la familia sabemos que el problema es muy complejo de resolver, tanto en el nivel familiar como en el social, pero lo más grave para las políticas de desarrollo es No plantear los grandes problemas, los que son difícil de resolver y plantear sólo los problemas que llaman la atención del público, es decir, los mediáticos.
Ante un problema tan complejo, los expertos o grupos interinstitucionales de los mismos, deben tener propuestas bien sustentadas. No obstante, en el ámbito local es necesario el desarrollo de acciones coordinadas entre los sectores de salud, de educación, de deporte y de cultura para la prevención del uso y consumo de drogas, tabaco y alcohol.
El sector educativo tiene gran responsabilidad: "la finalidad de la escuela no es luchar y corregir todos los males de la sociedad, su finalidad es corregir uno sólo, que es el mal de la ignorancia..Lo cierto es que la escuela no tiene autoridad para corregir que se deje de fumar o de beber.. eso sí tiene autoridad para mejorar los conocimientos y las aptitudes de los estudiantes para fomentar el desarrollo de valores defendibles" (Wilson, 1998).
Se propone el apoyo a las comunidades locales de prevención y el desarrollo de centros de escucha. Igualmente el desarrollo de programas para la reducción del daño y la superación del consumo. El fortalecimiento a las escuelas deportivas en los barrios y el seguimiento psicosocial a cada joven y a su grupo familiar.
Por último, las estrategias de prevención para el consumo de drogas no sólo deben incluir una reducción de la demanda o mitigar las consecuencias negativas sociales y de salud del consumo de drogas, sino también, las estrategias de reducción del suministro, que implican una lucha táctica y frontal al microtráfico de drogas en Pereira.
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