La segunda línea estratégica del sesquicentenario, la resignificación de los ríos Otún y Consota, tiene su origen en el Plan de Desarrollo Mendoza y Olarte, adoptado en 1979, en la época del doctor Gustavo Orozco. La recuperación integral de las cuencas de los ríos Otún y Consota, como parte del saneamiento ambiental de la Empresa Aguas y Aguas, es una oportunidad para recuperar el valor de los ríos y su significado.
El Área Metropolitana, en la anterior administración municipal, planteó como herramienta de gestión la implementación de operaciones urbanas integrales con proyección regional, teniendo en cuenta la dimensión, ambiental, social, urbana y económica.
Se busca resignificar el Río Consotá como eje del conocimiento que va desde el Jardín Botánico de la UTP, pasando por varias universidades, hasta el futuro Parque Temático de Flora y Fauna. Incluye el proyecto Salado Consotá.
El Río Otún, "eje de la historia", ha contado con la participación de varias administraciones y entidades que reconocen su importancia. En el año 2002, se construyó el primer tramo de la cicloruta de la Avenida del Río, que debería continuar por el corredor turístico de La Florida. Desde la Universidad Católica Popular de Pereira se han diseñado algunas iniciativas. El Área Metropolitana y La CARDER han realizado importantes avances en el diseño, formulación e implementación de proyectos en el sector. Igualmente, es destacada la participación de diferentes entidades sin ánimo de lucro de Pereira.
Los avances registrados en la segunda línea estratégica del sesquicentenario se deben a los esfuerzos de varias personas e instituciones de la ciudad. Los proyectos han sido hechos en Pereira. La resignificación de los ríos tiene soporte histórico, importancia ambiental, valor turístico y un gran sentido urbano. Aprovechar la celebración de los 150 años para mirar los ríos e integrarlos al tejido urbano y cultural de la ciudad es una nueva forma de pensar la ciudad y su desarrollo.
El "Foro Social Permanente por los Ríos" es una iniciativa que ha continuado en marcha, su objetivo es lograr la mayor inclusión social posible de los proyectos, cuenta con la participación de la comunidad que habita en el sector. No es un proceso impopular ni excluyente, todo lo contrario, es un valioso esfuerzo de construcción de capital social. Pendiente, una mejor articulación de los actores institucionales, aportes concretos de todos y una mayor apropiación social del proyecto por toda la ciudadanía.
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