Derecho a Opinar

"Toda persona tiene el derecho a buscar, recibir y difundir información y opiniones libremente en los términos que estipula el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Todas las personas deben contar con igualdad de oportunidades para recibir, buscar e impartir información por cualquier medio de comunicación sin discriminación, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, sexo, idioma, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social".

Lo anterior hace parte de la declaratoria de principios sobre la libertad de expresión, aprobada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en octubre del año 2000. No debería ser necesario recordar un derecho tan elemental. La recopilación de información, el análisis y la opinión de los asuntos públicos es un derecho y los gobernantes deben respetarlo.

Cuando los problemas o la ausencia de decisiones para solucionarlos afectan el futuro de los niños, la salud de la gente o las oportunidades de empleo o la generación de ingresos para las familias, la responsabilidad de los actores sociales y de los medios de comunicación es sacar los temas a la luz pública, invitar al debate y convocar otros sectores a buscar soluciones. No es una actitud responsable ni deseable esperar que desaparezca toda mirada crítica para continuar con las alianzas del mutuo elogio, del dejar pasar, del dejar hace, por falta de información, por falta de análisis, por desinterés, por falta de carácter o por defender intereses individuales.

Amartya Sen, premio Nobel de Economía (2008), argumenta que el desarrollo debe entenderse como un proceso de expansión de la libertad individual, como un medio y un fin del desarrollo. Para Sen el diálogo abierto, la libertad de expresión, las libertades civiles y políticas son condiciones necesarias para un desarrollo sostenible. Estas libertades como el derecho a opinar han sido importantes para enfrentar problemas como las hambrunas en la India (Sen, Desarrollo como Libertad, 1999).

La libertad es también un proceso a través del cual se aspira a lograr una mayor participación de los ciudadanos en los asuntos públicos, para tener sujetos activos capaces de ejercer sus propios derechos y defender los de los demás, participando en los debates, formando valores sociales y opinando sobre las prioridades de inversión.

Si el ejercicio de opinar se ejerce con responsabilidad basado en información, soportado en cifras y sobre los temas fundamentales del desarrollo local, no debe entenderse como un problema, sino como un instrumento para informar y motivar la participación en los asuntos públicos que por definición es un asunto de todos.