martes, septiembre 20, 2005

Incertidumbre sobre la Reelección

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 20 de septiembre de 2005

Durante el pasado fin de semana se discutía en los medios radiales colombianos, la propuesta presentada en Chile para prohibir la reelección presidencial. La iniciativa que fue aprobada, en la comisión de la Constitución de la Cámara Baja, inmediatamente despertó fuertes críticas de varios senadores, entre ellos de Alberto Espina, de Renovación Nacional, quien afirmó que “las reformas constitucionales no son para darse gustos personales y que por ello la iniciativa será rechazada….Creo que es absolutamente inviable que algo así llegue a prosperar. Además, aparece una ley con nombre y apellido”.

¿Por qué Chile intentó prohibir la reelección que nosotros queremos implementar? A nadie debe sorprender que cualquier análisis o tema relacionado con la reelección, llame la atención de los medios y de la opinión pública. Muchas personas que están a favor de la reelección, hoy reconocen que el país está sufriendo un desgaste institucional. Es notorio el estado de angustia y desespero por la incertidumbre en la que se encuentra el país. La excesiva atención al asunto es entendible, pero preocupa la falta de análisis sobre otros temas que son fundamentales para el desarrollo del país: la economía no crece lo suficiente para disminuir la pobreza, el déficit fiscal es una amenaza para las finanzas públicas, continuamos con un peso revaluado que sigue afectando el sector exportador, son preocupantes muchas propuestas de Estados Unidos para Colombia en el TLC, etc.

La institucionalidad como un todo es necesaria para impulsar el desarrollo de la nación. Independiente de cualquier opinión a favor o en contra de las reelecciones presidenciales, lo que se ha vivido, durante este año, tiene un alto costo para el desarrollo político del país. Un Estado en formación como el nuestro, debe buscar la legitimidad de todas las instituciones dentro de las ramas del poder público, tarea en la cual, los medios juegan un papel importante.

Lamentablemente, durante todo este tiempo de espera, por el fallo que decidirá la exequibilidad del Acto Legislativo 02 de 2004, que consagra la reelección inmediata, en algunas publicaciones, se presenta a la Corte Constitucional como un ente político y se han hecho especulaciones sobre su posible fallo de acuerdo con el movimiento político al cual supuestamente pertenecen los magistrados.

Colombia, con un conflicto armado no resuelto, tiene a sus instituciones democráticas enfrentadas. Popper afirma que: “es sumamente inmoral considerar a los adversarios políticos como moralmente malos o malvados (y al propio partido como bueno)”. La reelección ha generado una polarización que nada aporta a la construcción de nación. Adicionalmente, a la poca credibilidad que han logrado los entes de control, se suman las críticas hechas al concepto del Procurador General de la Nación, sobre la ley de garantías, al calificarlo como representante de la oposición o de rayar en el prevaricato.

Por último, la construcción de procesos políticos regionales, que sirvan de base y garanticen la continuidad de las agendas locales de desarrollo, ha quedado en un segundo plano. Muchos actores están anestesiados frente a los temas de ciudad y de región y sólo les preocupa quien será el próximo presidente. No se sienten representados por los concejales o diputados, pero sólo tienen interés en trabajar por la reelección o no del actual presidente. Esperemos que la Corte Constitucional falle lo más pronto posible y mientras eso ocurre, que se mantenga el respeto entre las instituciones y la tolerancia entre las diferentes posturas políticas.

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