martes, julio 16, 2013

“No Todo lo que Brilla es Oro”

En los últimos años ha predominado un discurso del desarrollo orientado a señalar la ciencia, la tecnología y la innovación como el camino a seguir para superar los niveles de pobreza e inequidad que predominan en los países en desarrollo. Algunos escritores, como Andrés Oppenheimer en ¡Basta de Historias!, han soportado ese supuesto en comparaciones entre los enfoques de desarrollo entre naciones, por ejemplo, entre los países de América Latina y los llamados Tigres Asiáticos o los países escandinavos.

Consideran los defensores como Oppenheimer del “nuevo enfoque del desarrollo”, que la falta de visión y la tendencia a mirar siempre el pasado, ha rezagado las economías de muchos países de América Latina, donde la formación no es pertinente para los nuevoes renglones, aparentemente promisorios, desde el punto de vista económico.

Muchos de estos estudios omiten elementos fundamentales para comparar el desarrollo de las naciones como la historia milenaria de muchos países asiáticos o elementos culturales que explican las diferencias de capital social y niveles de desarrollo entre las naciones.

El boom del discurso de la ciencia, la tecnología y la innovación ha permeado gran parte de los planes de desarrollo de varios países en America Latina y de las ciudades que los conforman. Pereira no ha sido la excepción. El ejercicio de Prospectiva de Pereira 2032, pretende, entre otros, resaltar el valor del conocimiento como base de la ciencia, la tecnología y la innovación.


Una sociedad basada en el conocimiento nadie la cuestiona, la gran mayoría valora la educación, la formación, la investigación o la innovación. Lo que no es sano para el desarrollo equilibrado de una ciudad o de una región es defender el “nuevo enfoque” basados en interpretaciones falsas sobre la realidad que han vivido las ciudades o sobre supuestos modelos de desarrollo, cuya definición no está al alcance de las ciudades.

Tampoco es conveniente para el presente y el futuro de las ciudades en America Latina considerar que todo lo que no aporte a la ciencia, la tecnología y la innovación es inocuo o retardatorio. Con políticas de largo plazo, poco concretas y que no reconocen el valor de lo construido a lo largo de la historia de una ciudad, no se resuelven múltiples necesidades que afectan la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. El “nuevo enfoque” no puede pretender partir de cero y desconocer la importancia de invertir, entre otros, en renovación urbana, espacio público, cultura ciudadana, seguridad o infraestructura para el desarrollo socioeconómico local.


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