domingo, abril 29, 2012

Leer es Mi Cuento

En los países de América Latina es creciente el interés y la atención a las políticas públicas que buscan fomentar la lectura, la escritura y el uso de las bibliotecas. Los gobiernos y los empresarios son cada vez más conscientes del impacto que esas políticas tienen en el desarrollo social y económico del país.

Brasil, país invitado en la Feria del Libro en Bogotá, ha hecho un gran esfuerzo por llegar al nivel de lectura de los países desarrollados. Los empresarios están canalizando una parte importante de sus recursos de responsabilidad social empresarial para apoyar el 100% de las investigaciones relacionadas con el fomento de la lectura y la escritura. La competitividad de un país depende también de su recurso humano.

La brecha con los países desarrollados continúa siendo muy grande. Mientras el promedio de libros leídos por año en los países desarrollados es de 10 libros, en América Latina muchos países no llegan ni a la mitad. Colombia registró en el último estudio de la CERLALC (Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina) el nivel más bajo de lectura, 2,2 libros por año, mientras que países como Brasil leen 4 libros al año, los argentinos 4,6 y los chilenos 5,4. Lo mismo ocurre con la lectura de revistas.

Un 67% de los colombianos no lee porque no le gusta. El porcentaje más alto en América Latina. De acuerdo con algunos estudios realizados en Brasil, una de las explicaciones a la falta de gusto por la lectura es la falta de comprensión de la misma, es decir, existe un problema de alfabetización funcional.

Si se analiza Pereira en el contexto latinoamericano e internacional, la situación es muy crítica. La ciudad ha registrado niveles más bajos de lectura que el promedio nacional, es decir, de un promedio que es el más bajo de América Latina y que no alcanza a ser la tercera parte del nivel de lectura de los países desarrollados.

El reto para Pereira es muy grande, por eso el día de ayer, en el marco de la celebración del día del idioma se oficializó la campaña municipal Leer es Mi Cuento, con una amplia cooperación de instituciones públicas y privadas, con la participación de Roberto Burgos Cantor, autor de La Ceiba de la Memoria, calificada por la crítica de Madrid como una de las más importantes creaciones de la narrativa colombiana de los últimos años, en 2009 galardonado con el premio José María Aguilar de Casa de las Américas y finalista al Premio Romulo Gallego. Doce horas de lectura simultánea de la obra en diferentes instituciones, Picnic de Lectura en Ciudad Victoria y los niños con fábulas y representaciones de Rafael Pombo en los colegios e instituciones cooperantes, por último, una invitación a leer en familia.

¿Legalización de las Drogas?



Colombia ha sufrido, más que muchos países del mundo, las consecuencias del negocio de las drogas, ha perdido la vida muchos colombianos y no ha podido superar un conflicto que es un verdadero obstáculo al desarrollo nacional. Avanzar en la discusión de alternativas para superar este problema internacional será uno de los principales temas de la Cumbre de las Américas, que se llevará a cabo en Cartagena el próximo 14 de abril. Evadir el tema por posiciones ideológicas es irresponsable con las presentes y futuras generaciones.

La guerra contra las drogas ha fracasado, es decir, ha fracasado la política de la Convención Única de Estupefacientes (1961), ratificada por la Conferencia de Shangai e impulsada por el Presidente Nixon (1971) de Estados Unidos de prohibir la producción, la distribución y la comercialización de las drogas, especialmente las derivadas del cannabis, la coca o la amapola, a través del aumento de penas, tanto para los consumidores como para los pequeños y grandes traficantes. Falso suponer que el control a la oferta disminuye el consumo. Los altos costos de la droga mantienen un lucrativo negocio para toda la red que lo conforma.

Los países (Holanda, Portugal) que han adoptado una política diferente a la de Estados Unidos de prevención de las drogas, enfocada a la reducción del daño, registran mejores resultados. Holanda fue el primer país en despenalizar la distribución minorista y el consumo de marihuana. Portugal introdujo la despenalización en el año 2001. Ambos países tienen políticas de salud pública para la prevención y la mitigación del daño y de los efectos de las drogas.

Estados Unidos a pesar de registrar mayores gastos per capita y mayores tasas de encarcelamiento, tiene mayores niveles de consumo de sustancias ilegales que Holanda. La prevalencia de enfermedades como el SIDA también es mayor en Estados Unidos que en Holanda, donde abiertamente se controla el consumo y se suministran jeringas a los consumidores de heroína. La experiencia de Portugal es similar. Desde que se introdujo la despenalización, el consumo ha bajado, lo mismo el número de infecciones por VIH.

Frente a la regulación del narcotráfico no existen referentes. Uprime (www.dejusticia.org) propone alternativas regulatorias de despenalización parcial que retome aspectos de las políticas de reducción de daños y de la estrategia utilizada para la legalización del alcohol y del tabaco para explorar la legalización de canales de producción y de distribución de la marihuana para adultos, controlados por el Estado. Puede que este sea un camino para empezar o que sea otro, pero el camino que no se debe seguir transitando es el actual. www.adrianavallejo.blogspot.com













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