martes, septiembre 01, 2009

Desafíos por Asumir

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 1 de septiembre de 2009

La pobreza y la indigencia han disminuido en Colombia, según los resultados publicados por la misión de expertos conformada por técnicos del Departamento Nacional de Estadística (DANE), el Departamento Nacional de Planeación (DNP), la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Banco Mundial.

La pobreza es reflejo de la falta de ingresos que tiene una persona u hogar, que limita el acceso a ciertos servicios básicos o a la la compra de bienes mínimos necesarios para cubrir las necesidades alimentarias, de salud, de educación, de vestimenta, de vivienda y de transporte de los miembros de un hogar.

La metodología internacional para medir la pobreza clasifica una persona como “indigente” cuando el ingreso es inferior al valor de una canasta básica de alimentos y como "pobre" cuando el ingreso por habitante de su hogar es inferior al valor de la "línea de pobreza" o monto mínimo necesario que le permitiría satisfacer sus necesidades esenciales no sólo alimentarias.

La pobreza en el nivel nacional se redujo 7 puntos porcentuales entre 2002 y 2008 (de 53,7% a 46%), mientras que la indigencia nacional se redujo 2% en el mismo periodo (de 19.7% en 2002 a 17.8% en 2008).

En las trece áreas metropolitanas, la pobreza disminuyó casi 10 puntos porcentuales entre 2002 y 2008 (pasa de 40.3% a 30.7%). La indigencia muestra una caída de 2.6 puntos (de 9.4% en 2002 a 6.8%) en 2008. En el resto del país la pobreza cayó 4.1 puntos porcentuales en el periodo 2002-2008 (de 69.3% a 65.2%). La indigencia, pasó de 32.5% a 32.6%.

Como lo han demostrado diferentes estudios del Banco Mundial, el crecimiento económico tiene impactos positivos en la reducción de la pobreza. La confianza y el crecimiento de la inversión en el país, durante el gobierno del presidente Uribe, han contribuido a disminuir el número de personas pobres en Colombia. Sin embargo, faltan políticas para tener una sociedad más equitativa, el resultado en el 2008, medido por el coeficiente de Gini, es igual al dato registrado en 2002 (0.59), es decir, no hubo ningún avance para reducir las desigualdades.

Los gobiernos locales en la próxima década tienen que jugar un papel más activo en la lucha contra la pobreza. Existe un consenso generalizado que las metas de desarrollo del Milenio propuestas por las Naciones Unidas, para la reducción de la indigencia hacia el 2015, sólo serán posibles si las economías de los países logran reducir la pobreza, mediante una mayor sostenibilidad urbana.

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