martes, febrero 06, 2007

¿Quién Responde?

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 6 de febrero de 2007

El domingo 21 de enero del presente año, en el editorial del periódico La Tarde, sobre la empresa de energía de Pereira (EEP), titulado: ¿Verdades a Medias? se informó que la empresa, por no haber hecho a tiempo la compra de energía, ha tenido que comprarla más cara, lo cual va a repercutir en la tarifa que pagan los usuarios. Preocupa que semejante noticia no despierte el interés, ni la reacción de nadie, en esta sociedad adormecida e indiferente. A continuación se explican algunos de los impactos y los riesgos para la ciudad, la empresa y sus usuarios.

La compra de energía es necesaria para asegurar el abastecimiento futuro de energía para la ciudad. A la fecha sólo se ha contratado parcialmente y con un sobre costo que supera el 24% (si se compara con el precio promedio de compra, que se venía cancelando en el Mercado de Energía Colombiano, producto de la última licitación que se abrió para tal fin). Nuestra empresa es deficitaria en su balance energético, es decir, que debe importar (comprar) más del 90% de la energía que demandan sus usuarios.

Para hablar con cifras claras, la compra de energía, identificada con la letra G en la fórmula tarifaria, que sirve de soporte para calcular el costo de prestación del servicio al usuario final, la cual puede apreciarse impresa en la factura de dicho servicio, puede pasar de 77,57 $/kwh a más de 97 $/kwh, si se tiene en cuenta que un gran porcentaje de la energía requerida por los pereiranos se está comprando actualmente en bolsa, a unos precios que en demanda máxima (horas 7, 8 y 9 p.m.) que superan los 100 $/ kwh y que el porcentaje restante se ha asegurado a través de contratos de largo plazo, pero como se mencionó antes con un elevado sobre costo.

Si bien es cierto, la metodología actual empleada para calcular la tarifa al usuario final, evita que este tipo de ineficiencias de las empresas les sean trasladadas de inmediato a los mismos, es igualmente cierto, que más temprano que tarde terminarán experimentando un alza inusual en los costos de las facturas de energía eléctrica. Surgen entonces varios interrogantes: ¿por qué sucedió esto?, ¿había podido preverse?, ¿por qué no se tomaron las medidas del caso? Estas respuestas deberían ser dadas claramente, por los responsables, a la ciudadanía, dado el impacto negativo, en el mediano plazo, en el bolsillo de los usuarios.

Este problema también lesionará los intereses de la empresa, agotando su caja por el mayor valor en la compra de energía, cuyo sobre costo no se podrá trasladar inmediatamente a los usuarios. Adicionalmente, saldrá penalizada, dado que la metodología actual, previendo estas situaciones, castiga con un porcentaje el sobre costo, lo que se verá reflejado en el estado de resultados de la Empresa; es decir, que la EEP tendrá que asumir con sus propios recursos parte del sobre costo que por negligencia o desconocimiento se ha dado en la compra de energía. Mientras tanto, a los usuarios del servicio, no les queda más remedio que pagar las consecuencias de las decisiones políticas que han afectado a una de las empresas más importantes de la ciudad.

Las verdades a medias, a las que se refería el editorial mencionado, seguramente tienen que ver con la información dada a la ciudadanía en la que se afirmaba que se había asegurado por dos años el abastecimiento de energía a nuestra ciudad, lo cual no era cierto y peor aún se afirmó que el sobre costo no afectaría a los usuarios, como se mencionó antes, si bien eso no sucederá de inmediato, sí pasará en el futuro. Situaciones como estas, pueden llevar nuevamente a la Empresa de Energía de Pereira a un estado de déficit y fragilidad financiera, que no sólo la hará vulnerable, sino que terminará por sacarla del mercado, que no perdona ineficiencias administrativas.

No hay comentarios.: