martes, octubre 10, 2006

Revisión del Asia

Adriana Vallejo de la Pava
La Tarde, martes 10 de octubre de 2006

Desde hace varios años los países de América Latina han tenido que mirar la experiencia asiática. El rápido crecimiento económico de los “tigres asiáticos”, el surgimiento de China como el desarrollo más importante de la década y los efectos que estos dos hechos, han generado en toda la región asiática, hacen de los mal llamados “milagros” un referente obligado para los países en desarrollo.

Sin lugar a dudas, hay que crecer económicamente, pero, ¿que puede pasar después de ese crecimiento? El éxito económico de muchos países de Asia Oriental ha creado una serie de problemas internos que hoy se hacen evidentes en la expansión desordenada de las ciudades, la desigualdad, la corrupción y la degradación del medio ambiente. Con el fin de analizar las nuevas fuerzas, tensiones y problemas que han surgido en esa región, el próximo informe del Banco Mundial: “El Renacimiento de Asia Oriental: Ideas para Crecer” realiza una revisión exhaustiva de lo que ha pasado y está pasando en los países asiáticos.

En los últimos cinco años, 50 millones de habitantes del Asia dejaron de ser pobres. La mayoría de las naciones en desarrollo del Asia Oriental serán países de ingreso medio en pocos años. Sí, en el 2010, Vietnam llega al nivel de ingreso medio, menos del 5% de los asiáticos orientales residirán en países de ingreso bajo.

El informe señala que a pesar de los innegables avances, hay problemas sin resolver. “Asia oriental es testigo del mayor desplazamiento de habitantes de la zona rural a la urbana de toda la historia”. Se prevé que durante los próximos 20 años, cada mes habrá dos millones de habitantes nuevos en las ciudades de Asia. Casi 600 millones de los habitantes de la región aún subsisten con menos de US$ 2 al día. La desigualdad ha aumentado en términos de ingresos y acceso a la educación y otros servicios básicos. Las minorías étnicas han estado excluídas de los beneficios del crecimiento. La corrupción la califican los analistas de endémica. La falta de control de las industrias y la expansión de las ciudades han generado problemas ambientales.

Sin desconocer las enormes diferencias históricas y culturales entre la región asiática y América Latina, de los procesos de crecimiento económico e inserción al comercio internacional se pueden aprender algunas lecciones adicionales a las señaladas tradicionalmente (Estados fuertes educación, industrialización, apertura). Indermit Gill, uno de los coautores del informe argumenta que “es necesario planificar y construir ciudades dinámicas y conectadas que tengan vinculaciones con el mundo exterior, de tal manera que el crecimiento económico no se detenga y se fortalezca la cohesión social”.

Se necesita proyectar redes de ciudades, conectadas con los puertos, es decir, regiones, con mejores carreteras, puertos, aeropuertos y ferrocarriles. El sector rural no se puede abandonar hay que integrarlo al desarrollo. Las grandes desigualdades en Asia se presentan entre la zona rural y la urbana. Los problemas de esta última, los genera el rápido desplazamiento del campo a la ciudad y el aislamiento de las ciudades pequeñas de las actividades económicas orientadas a la exportación. Por último, considera el informe que los países asiáticos deben profundizar los procesos de descentralización del gasto público, como un mecanismo para disminuir la corrupción. En este aspecto América Latina puede demostrar que la descentralización per se no hace gobiernos honestos. Se necesita primero construir ciudadanía.

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