La Tarde, martes 31 de octubre de 2006
La calidad de vida de los habitantes de una ciudad, depende de una adecuada articulación e implementación de las políticas públicas. El desarrollo urbano y territorial sí es importante y su papel va más allá de representar simples transformaciones físicas, como se argumenta en algunos sectores de la ciudad. Todos los componentes del desarrollo urbano trascienden las dimensiones espaciales e impactan positiva o negativamente los derechos de la gente, al espacio público, a la recreación, al deporte, a la tranquilidad o a un ambiente sano y saludable.
Las ciudades en los países en desarrollo, comparten muchos problemas, por ejemplo, en ellas hay hambre, hay falta de oportunidades para estudiar o trabajar, hay pobreza y hay inequidad. Por eso en muchos momentos y en todos los países en desarrollo, aparecen discursos que critican lo existente, porque no se han resuelto esos problemas y plantean la salvación, reduciendo el desarrollo a un solo aspecto que normalmente queda definido como la “lucha por los más pobres” o la llamada “política social”.
Como afirma el doctor Fabio Giraldo, representante en Colombia de UN-HABITAT: “los aumentos relativos de la pobreza hacen oscurecer por momentos la importancia de la construcción de los espacios públicos físicos de las ciudades, y la importancia que ellos tienen en mejorar las relaciones entre el habitante y el poder, que se materializan, se expresan y concretan en la conformación de las calles, las plazas, los parques, la infraestructura física y de comunicación, es decir, los espacios de uso colectivo permitiendo la apropiación progresiva de la gente de sus territorios, que son el ámbito físico de la expresión colectiva de la diversidad social y cultural. Los espacios públicos físicos son en cierta forma los espacios primordiales de la ciudad, de su cultura y de la posibilidad de crear una ciudadanía”.
Las transformaciones urbanas pueden generar beneficios culturales, sociales y económicos, como lo hizo Ciudad Victoria. El espacio público para los ciudadanos es un componente fundamental y en los centros de las ciudades es particularmente sensible y tiene gran impacto en la calidad de vida. Por eso se retrocede con la reinvasión del espacio público en el centro de la ciudad y con la ampliación de las zonas azules para tener más vehículos particulares en el centro. Ambos hechos afectan la tranquilidad y la movilidad de los peatones.
Las intervenciones urbanas no alcanzan por si solas a superar las necesidades de las personas más pobres o a disminuir la inequidad, pero si pueden impactar positiva o negativamente en las mismas. Las transformaciones urbanas en Pereira han contribuído notablemente a consolidar su vocación comercial, las mismas transformaciones son una fortaleza para promover el turismo. Tener mejores parques, más espacios públicos para los peatones, más corredores ambientales, más seguridad y mejores ciudadanos, es tener mejor calidad de vida.
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