lunes, noviembre 25, 2013

Por las Mujeres

Entre 500.000 y 2 millones de personas son víctimas cada año de trata, que las conduce a la prostitución, a la realización de trabajos forzados, a la esclavitud o a la servidumbre. Las mujeres y las niñas representan alrededor del 80% de esas víctimas. Se calcula que más de 130 millones de mujeres y de niñas que viven hoy en día han sido sometidas a la mutilación (ablación genital femenina), sobre todo en Africa y en algunos países de Oriente Medio. El costo de la violencia doméstica en los Estados Unidos supera los 5.800 millones de dólares anuales, representados en servicios médicos y sanitarios (Naciones Unidas, 2013).

En Colombia las cifras de Medicina Legal y el DANE son igualmente alarmantes, 7.649 niñas y adolescentes fueron víctimas de la violencia en el año 2011. En Risaralda, en el mismo año, 903 mujeres fueron víctimas de violencia interpersonal, 435 de violencia sexual y 877 de maltrato de pareja. La trata de mujeres es un problema particularmente relevante en el departamento.

Las Naciones Unidas declararon el 25 de noviembre como el "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer". La fecha se eligió para conmemorar a las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo (1930-1961).

Este año, la campaña ÚNETE se extiende, desde el día de ayer (Día Naranja) hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Se busca motivar el activismo contra la violencia basada en el género, en todas las ciudades del mundo, durante 16 días.

Vale la pena unirse a la campaña porque la violencia contra la mujer sigue siendo una pandemia global. Hasta un 70% de las mujeres sufre violencia en su vida. La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y es consecuencia de la discriminación que sufre por la persistencia de desigualdades por razones de género y de prejuicios culturales. También la violencia contra la mujer afecta e impide el avance en el desarrollo de los países, incluida la erradicación de la pobreza y la lucha por una sociedad más equitativa e incluyente. La prevención es posible y es esencial. Ojalá la campaña en Colombia logre motivar las organizaciones que tienen la misión de defender los derechos de las mujeres.

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Busscar de Colombia es una empresa de todos los risaraldenses, gracias a la dirección y planes de emergencia del doctor Roberto Gálvez, al compromiso y solidaridad de los empleados y al apoyo de varias organizaciones, se logró controlar el incendio y salvar una importante fuente de empleo regional.
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miércoles, noviembre 06, 2013

Todavía Falta

Recientemente se presentó el informe sobre equidad de género, el "Global Gender Gap Report", 2013, que evalúa a 136 países, los cuales, representan más del 93 por ciento de la población mundial. El índice mide la distribución de recursos y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. La medición fue implementada por el Foro Económico Mundial, en el año 2006, con el fin de medir el progreso en cada país y comparar los avances por regiones.

La estructura del indicador abarca cuatro ámbitos. El primero, mide la participación y las oportunidades económicas, medida a través de la remuneración y los puestos de trabajo en el nivel directivo y la especialización por género. El segundo, la educación, define el acceso a niveles de educación básica y superior. El tercero, el empoderamiento político, muestra la representación y estructura de adopción de decisiones y el último, la salud y la supervivencia, reflejan la esperanza de vida y la proporción entre sexos.

Colombia subió 28 puestos en el informe de brecha de géneros del año 2013, el país pasó del puesto 63 al puesto 35. En general, se registró una mejora en los países de América Latina y el Caribe. La brecha entre hombres y mujeres se cerró en los últimos años. Las mejores condiciones económicas de muchos países del continente han reducido la desigualdad entre géneros. También se registra un aumento en la participación política de las mujeres.

A pesar las mejoras reflejadas en el indicador internacional, se mantiene la percepción de una baja participación de la mujer y una reducida representación de mujeres en altos cargos, tanto en el sector privado como en el público. Las comparaciones internacionales son necesarias. Colombia ha hecho un esfuerzo por implementar políticas públicas de equidad de género, no obstante, en esas comparaciones se ocultan diferencias culturales y religiosas, que han mantenido a varios países asiáticos en los últimos lugares, no sólo por discriminación de género, sino también por altas violaciones a los derechos humanos de las niñas y de las mujeres.

Sería importante, como lo sugieren varios estudios de la CEPAL, ampliar la perspectiva de género desde otros ámbitos, que no sólo mida aspectos materiales, como el ingreso o el acceso a ciertos bienes y servicios, sino también, que considere aspectos inmateriales, como los simbólicos y los culturales, que también determinan las relaciones de poder e inciden en mayor o menor grado en el acceso a recursos sociales, culturales o económicos, según el sexo. www.adrianavallejo.blogspot.com

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